Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



viernes, 28 de enero de 2011

Promesas que no valen nada..

Prometo no mandar más cartas y no pasar por aquí
Prometo no llamarte más y ni inventar ni mentir
Prometo no seguir viviendo así, prometo no pensar en tí
Prometo dedicarme solamente a mí.
Prometo que a partir de ahora lucharé por cambiar
Prometo que no me verás, que no voy a molestar
Sabes que lo digo de verdad, que no voy a fallarte en nada
Que tengo mucha fuerza de voluntad, que no te fallaré en nada
Prometo no seguir así, prometo que no voy a pensar en ti
Prometo dedicarme solamente a mí.
Y el aire que me sobre alrededor
Y el tiempo que se quede en nada
Nunca más escucharé tu voz
Energía nunca liberada
Promesas que se perderán en estas cuatro paredes
Como lágrimas en la lluvia se irán.
Siento que no tengo sueño y no puedo descansar
Invento más de mil palabras y busco una verdad
Intento que suenen de forma genial
Intento que no digan nada
Nada siempre es toda la verdad
Nada significa nada
Prometo las promesas que me hice a mí
Prometo pensar en tí
Ahora prometo solo pensar en tí.
Y hago que suenen de forma genial
Prometo que no dicen nada
Nada siempre es toda la verdad
Nada significa nada
Palabras que no dicen nada en estas cuatro paredes
Promesas que no valen nada, nada, nada, nada.
Y el aire que me sobre alrededor
Y el tiempo que se quede en nada
Nunca más escucharé tu voz
Energía nunca liberada
Promesas que se perderán en estas cuatro paredes
Como lágrimas en la lluvía se irán.

Pd: una canción de aquellas que marcaron mi adolescencia...Muy grande la letra de Los Piratas

miércoles, 26 de enero de 2011

"En lo bueno y en lo malo..."

"En lo bueno y en lo malo recuerda, estoy aquí por ti...." Hago mía esta frase de una canción que quiero expresaros. Supongo que cuando hablo de vosotras y más en estas difíciles circunstancias, no hace falta que ponga vuestros nombres, porque sabéis que me refiero a vosotras. No quiero ser ni más ni menos que nadie, sólo quiero mostraros mi apoyo, reivindicarme como fuerza para haceros seguir adelante, aunque tenéis grandes fuerzas a vuestros lados para salir de ésta...
Al final, pasó lo que no queríais, pero en unos días o unos meses, no hay prisa, veréis que era lo mejor que podía suceder. Sólo espero que no os hayáis quedado con las ganas de haberle dicho nada, si no de todas formas mirad al cielo y contádselo, estará escuchándoos seguro, porque os quiere, os aprecia y porque sois importante para ella como ella lo es para vosotras. Que una enfermedad entre por la puerta y no se vaya no es plato de buen gusto y si no hay otra salida, quedaros con que ha tenido una larga vida, bien rodeada, bien acompañada y que ahora allá donde quiera que esté, igualmente tendrá esa buena compañía, la otra que os falta aquí a vosotras...
Nadie dijo que fuera fácil, pero, por experiencia, cuanto antes volváis a la rutina diaria, mejor. Os ayudará mucho volver a tener en qué centraros, bien sea trabajando o estudiando, despejándoos de un duro día o saliendo a que os dé el viento o a merendar. Y como he pasado por eso y sé que no hay que mirar atrás y que ella no os reprochará nada, seguid con vuestra vida, pensad en lo valiosa que es y que al fin y al cabo, si tanto os quería, querría lo mejor para vosotras, es decir, que la guardéis en un rinconcito de vuestro corazón pero que no paralicéis vuestros asuntos, porque no se puede cambiar nada. Ojalá.
Tenéis la suerte de estar rodeada de gente que os quiere, valora, respeta y quiere veros bien así que, en primer lugar, sacad fuerzas y hundid a la flaqueza en lo más hondo de vosotras, porque os lo merecéis, pero también por los que estamos aquí y queremos veros felices, aunque la pena y la duda os invada de vez en cuando, pero ahí siempre habrá quien os cuente un chiste, quien haga una gracia, quien tenga una bonita historia que mostraros o haceros conocer algo de lo que no teníais constancia... Ya no hablo sólo por mí, porque sé la clase de amigos que tenéis, por eso sé que contáis con muchos hombros para llorar, con muchas manos que entrelazar, con muchos pies con los que pasear o ir a mil sitios, con mil orejas que escuchen lo que tengáis que decir, porque en estos momentos no es bueno quedaros con nada dentro...
Y pensad que estáis aquí rodeados de mucha gente que merece lo mejor de vosotras, así que, no me enrollo más, aunque podría deciros mucho más, porque en dos años he pasado por esto en tres ocasiones y aunque al principio las lágrimas no dejen que tus ojos se calmen y te duelan tanto que lo que te apetece sólo es tenerlos cerrados, y crees que es la única salida, después te das cuenta que tú no mereces estar sufriendo y no alargar la agonía es lo mejor y está en vosotras porque hay un mundo maravilloso que seguir explorando. Dentro de menos de un mes lamentaré la última de mis pérdidas en sentido estrictamente familiar, la de mi abuelo, y sinceramente, este varapalo que sufrís me ha hecho rememorar algo que lancé a algún lado de mi mente, para no hacerme más daño, pero que sigue en mi corazón, por eso quiero que no penséis que la pena os va a hacer querer más a nadie porque no es así, puesto que con guardarla en el mejor de vuestros corazones es suficiente...
Os aprecia y os tiene un enorme cariño la que os escribe...no lo olvidéis...

martes, 25 de enero de 2011

A tu lado, silenciosa

A tu lado, silenciosa, pasiva pero observándote...Ahí estoy, aunque no lo creas. Quiero me que sientas, porque un momento duro tuyo es como un latigazo para mí, y porque hasta ahora no habíamos vivido contratiempos ni excesivas complicaciones y esto me supera. Pero quiero que sepas que estoy ahí, pase lo que pase esta noche. Y aunque sé que no me leerás hasta pasados unos días, siento que no he hecho lo suficiente, pero situaciones difíciles me vienen grandes y por muchas vueltas que le dé a la cabeza, me quedan pocas maneras de alentarte y echarte para adelante...Pero sé que estás bien rodeada, que tienes soles como hermanas, a las que veo más fuertes que tú, por eso sé que cuidarán de ti y tú de ellas, pero siempre quiero que sepas que estoy aquí, para cuando lo necesites.
No sólo una sonrisa, un paseo o un café es lo que comparto contigo o con vosotras, si hay momentos duros que afrontar, también quiero estar ahí con  vosotras, así que hazme un hueco y cuenta conmigo...Porque no quiero estar sólo cuando hay algo bueno que compartir...porque quiero que tengáis este hombro para llorar...al igual que estoy para echarnos una risa, un parchís o un día de compras...

jueves, 20 de enero de 2011

Mujer y periodista, difícil tarea en pleno siglo XXI

Complicada es la tarea que me toca, y nos toca (a todos los que compartís mi profesión) todos los días, porque hay muchos obstáculos que salvar y no es fácil hacerte un hueco en una profesión donde la edad parece que es un grado, o dos, y donde ser mujer está aún peor visto. Parece, y yo me siento en muchas ocasiones así, a pesar de que las mujeres seamos mayoría, que nos quedamos estancados en el siglo pasado, pero allá por los años cuarenta o antes, en que la mujer vivía a la sombra del hombre, pues así nos veo a las mujeres periodistas, en especial en la jerarquía de las empresas en las que trabajamos.
Yo amo mi profesión y todos los días me pregunto si el periodista nace o se hace y tengo muy claro que, para esto, hay que estar hecho de una piel distinta, hay que llevar el gusanillo en el cuerpo y tener algo de curioso y observador (de ahí que muchos de nosotros al final saquemos esa vena fotográfica adelante). Te levantas, desayunas, comes, meriendas, cenas, te duchas y duermes con alma de periodista, entregado a tu profesión, a ésta que, por experiencia propia, unos días te da disgustos y otra te recompensa con un beso en la mejilla. Por todo ello creo que me es tan difícil pensar en otra profesión o adentrarme en el mundo de unas oposiciones o hacer, simplemente, otra cosa que no sea plasmar las noticias del día a día en mi ordenador, para que El Puerto y la Bahía de Cádiz lo lean al día siguiente.
Y si desde pequeñita quería ser periodista o escritora, o algo que tuviera relación con el apasionante mundo de la escritura, no sé si es algo que me debo a mí misma como persona, porque soy así y nací con ese gen o a la educación que ha recibido o a todo un poco, por tanto estoy agradecida por partida doble, por mí y por lo que me han dado. Pero al final agradezco que mis padres me dieran la oportunidad de poder ser periodista, aunque mi timidez y mis pocas ganas de abandonar mi Cádiz natal para estudiar casi hicieran que me quedara en tierra. Pero finalmente, y casi con las anclas levadas me subí a ese apasionante barco que me gustaría abandonar dentro de muchos años, aunque efectivamente también confío en que de una vez por todas, aunque si no ha pasado en distintos siglos, complicado es, se regularizara de alguna manera una profesión tan digna como otras tantas y tan importante en la sociedad, sobre todo en ésta, tan plural y a la vez individual, tan caótica y pacífica, tan grande y pequeña...siempre desde el prisma desde donde miremos.
Y por muy duro que sea un día de trabajo, por mucho que mire hacia atrás y piense que he sacrificado muchas horas delante de este ordenador, en esta redacción, en las calles buscando tema, enfrentándome a mis miedos, mis fobias, a despedir a mi timidez, porque no tiene cabida en esta profesión, al final del día siempre hay un tema, o una felicitación o una llamada que te hace sentirte útil, ese es el quid de la cuestión, que siempre, siempre, hay un reconocimiento a lo que hago por alguien.
Y también recibí un empujoncito de alguien que, quizás sin maldad, cuando estudiaba, me soltó eso de que nunca podría ser periodista porque mi timidez me lo impediría, o mi forma de ser, y aquí estoy casi siete años después (que han pasado como una exhalación, como un suspiro), demostrando que puedo, que soy periodista, mejor o peor, pero al pie del cañón estoy, lo que otros no pueden decir, porque se han rendido o porque finalmente no servían. Es más, a día de hoy puedo ser hasta un referente de gruñona total en este mundillo, por lo menos los que están a mi lado todos los días, porque me quejo mucho y soy muy reivindicativa, pero eso va intrínseco en mí, no lo puedo ni quiero cambiarlo.
Volviendo a eso de ser periodista y mujer o mujer y periodista, porque mi condición de fémina va por delante, puesto que eso me acompaña desde hace 28 años largos, es difícil, para que nos vamos a engañar. Dentro de la empresa, de cualquiera, y por ende, dentro de la mía, es complicado no recibir trabas para subir, para escalar, para desempeñar cargos que quizás merecemos más que otros, da igual su sexo, y los organigramas quizás hablan más que las propias palabras que pueda expresar. Pero dentro de mi delegación, y aún habiendo tenido un referente de mujer periodista por jefa como la copa de un pino (puesto que de ella he aprendido mucho), no siempre he recibido apoyo, y me explico. Desde muy pronto, al entrar a trabajar, y por circunstancias ajenas a mi trabajo o a mi valía, me he ido haciendo con cargos de responsabilidad, y eso ha hecho que haya tenido muchos encontronazos con, concretamente, hombres, y siempre de mayor edad que yo, que no veían justo que, como yo siempre digo "una niñata de veintitantos les mandara o les dijera lo qué tenían que hacer". Y eso hace que te sientas literalmente una mierda, que nadie respete tus decisiones o que se pongan en cuestión por el hecho de no llevar toda una vida en la profesión o por ser joven y yo creo, es mi particular opinión, que es un lastre también lo de ser mujer. Pero aquí estoy, echándole morros a todo el que se ponga por delante, porque no tengo miedo.
He tomado muchas decisiones, ya digo que prácticamente en casi siete años he tomado responsabilidad desde muy pronto y creo que sigo fiel a las directrices que me enseñaron y cada día intento mejorarme yo (y pongo el burro delante porque lo intento antes conmigo misma) y mejorar mi entorno, la que ahora es casi como mi segunda casa y que es la redacción. Y confío en que todo esto tenga una recompensa, en forma de lo que siempre deseo y que sabe todo el que me conoce, algo mejor. Que me costaría la vida despegarme de mi trabajo actual se sabe, que no lo niego, porque me siento como una servidora de la ciudadanía, me siento alguien que vive por y para los vecinos de mi ciudad, los que tienen un problema, una denuncia o una queja, pero que también hay formas más apetecibles de pasar unos años, y todos los que os dedicáis a esto me entendéis, es muy cierto. Por eso algún día confío en poder saborear las mieles de ese súmun del periodismo, además me gustaría tener esa oportunidad para cambiar de aires y sobre todo para ver si de verdad echo de menos lo que hago ahora, que parece ya casi una rutina instalada en mi día a día.
Tengo referentes muy buenos a los que mirar o de los que acordarme todos los días, y no son televisivos, que también los hay, a pesar de que esta profesión se desvirtúa poco a poco con esa parte del periodismo llamada prensa del corazón. Aprendí de las que fueron mis compañeras, dos concretamente, y mujeres tenían que ser para hacer un trabajo laborioso y meticuloso, y fueron las que me protegieron y cuidaron cada detalle de mis redacciones y de los temas, siempre intentando que abriera mi abanico de investigación lo más posible. Aunque a día de hoy, y movida por las prisas o por el empuje del devenir diario, no tenga ocasión siempre de hacer aquello que me enseñaron, que no crean que se me ha olvidado.
Y también he de decir que elegí el mundo escrito por razones de peso. Me encanta escribir, poder tener tiempo para pensar en aquello que al día siguiente se plasma en un papel (aunque mis informaciones también vayan dirigidas a los internautas en la página web), no tener que exponer mi voz o mi presencia a la radio o la televisión, porque ninguna de las dos me gustan para ello, y cada día me convenzo de que eso era lo que estaba escrito, nunca mejor dicho, que fueran mis palabras o pensamientos escritos los que fluyeran de mis dedos, que en este caso la pluma quedó anticuada. Otra curiosidad, en los primeros años de carrera mi sueño era ser periodista de guerra, y mi referente fue Arturo Pérez-Reverte, pero después me di cuenta que no estoy hecha para ver tanta sangre, para exponerme, sobre todo con lo mala que está la profesión ni para viajar estando tanto tiempo fuera de mi clima particular, mi Cádiz natal. Después quise ser periodista deportiva, fíjate que me adelante a Sara Carbonero (y por entonces no había Iker Casillas con el que soñar, jejeje), pero también se frustó y ahora hago un poco de todo, toco todos los palos habidos y por haber, excepto el deporte, mira que casualidad, y a día de hoy no tengo suficiente con saber un poco de todo y no especializarme en nada (aunque mis comienzos fueron con los temas vecinales y con los que sigo teniendo mi feeling personal) y encima, por obligación me veo con una cámara en la mano y no descarto, porque me encantaría, poder aprender ese mundo, uno totalmente desconocido para mí aunque mi tarea también es hacer fotos.
Otra anécdota, y que no tiene nada que ver con ser mujer, pero que me recuerda este ejercicio de memoria que he hecho gracias a la petición de una amiga, es que yo siempre quise trabajar en un medio concreto, da igual el nombre, pero fue la referencia en mi caso, en mi infancia, porque desde pequeña era el medio de comunicación que mi abuelo leía todas las mañanas. Bajaba a la librería cercana a su casa y traía ese periódico, porque era el punto de lectura de mucha gente, porque era el viejo del lugar, y porque era como un homenaje a él, aunque murió mucho antes de saber que iba a estudiar periodismo, hubiera sido un bonito detalle de su nieta con él, pero nunca pudo ser, aunque nunca hay que decir nunca jamás, pero sabiendo como está el panorama, difícil está la cosa...Esto no quiere decir que desprecie al medio en el que trabajo, ni mucho menos, porque es casi como un hijo para mí, ya que yo también he vivido muchas etapas de cambio y muchas modificaciones y transformaciones...y porque aquí me hice eso que estudié y veía lejano, ser una periodista todoterreno, sin miedo a nada...
PD: Eh ahí mis reflexiones como mujer periodista y como periodista en sí. Si tengo algo más que añadir, no dudaré en hacerlo. Ana, ahí van mis reflexiones, que supongo que serán las de muchos de nosotros. Me ha gustado que me propusieras hablar de mi profesión en mi condición de mujer, espero que sea de tu agrado.

martes, 18 de enero de 2011

Simplemente gracias!!

Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos y en una sociedad tan individual, llena de prisas y más bien tendente a la callada por respuesta que a decir lo bueno de los demás, yo quiero entonar un GRACIAS a todos aquellos que siempre tenéis a bien leer mi blog, tenerlo entre las lecturas de vuestro día a día, y además hacerme ver que me leéis, que me tenéis presente con vuestros comentarios. A los que alabáis lo que escribo o como lo hago, cuando yo sigo pensando que es más sencillo de lo que parece, que se te ocurre una idea, la plasmas en un papel o directamente sobre la web, le das unas pinceladas y la desarrollas un poquito y ahí está tu texto, tu entrada de blog, tu escrito a lo que sea, a la vida, a la alegría, a la tristeza, a los que te merecen, a los que no, lo que te apetece hacer, lo que no, una oda a los que no están, a los que quisieron dejar de estar y a los que se fueron de repente, a los que llegan, a los que roban un trozo de tu corazón, y mucho más...A los que me dáis ideas para que continúe agrandando este humilde rinconcito, a los que tenéis siempre una palabra preciosa para describir lo que significa este blog...
Por todo eso no quería dejar pasar la oportunidad de cuidaros y mimaros con estas sencillas palabras para que sigáis siendo pacientes y haciendo de mi blog un sitio con tantos ojos mirando y sonrisas abriéndose como una flor de mayo cuando leéis algo que os hace acordaros de lo que habéis vivido, porque en definitiva este espacio no es más que un cajón de mi memoria o mis vivencias, que son como la de tantos de vosotros...Eso sí, me encantaría que, en aras a la participación, que también pretende ser este blog, me digáis cosas de las que os gustaría que escribiera (y el Carnaval por el momento está eliminado de mi argot porque no me llega la inspiración, y quien me lo pide se sentirá aludido con este paréntesis jejeje), aunque como bien digo, este blog es también un recopilatorio de lo que pasa o deja de pasar, de lo que acontece o me gustaría, en vida...

miércoles, 12 de enero de 2011

El amor, como una planta...

Cierto es lo que me dijeron ayer, una gran verdad sobre las relaciones, las relaciones sentimentales, pero que se puede extrapolar a cualquier otra relación entre personas. Cierto es que se puede comparar a una relación con una flor, una planta que se encuentra en su maceta (la más bonita que imaginemos, porque siempre por la persona a la que quieres intentas que tenga lo mejor), que necesita por lo pronto agua y luz, aunque algunos dicen que además si se les pone música y se les habla, mejor que mejor. Pues bien, si le echamos poca agua, la planta acaba por agotar lo que ha podido ahorrar (es decir, todo el cariño acumulado si no se le presta atención o no se le da lo que desea, como paso lógico al devenir de una relación), pero si le echamos mucha no podemos pensar que podrá absorber la que necesite y podrá guardar el resto, sino que se ahogará, como se ahoga una persona cuando entiende que la otra que tiene delante le da tanto que acaba agobiándola, porque no sabe si quiera cómo puede responder, y peor, si sabe o quiere hacerlo.
Por eso, igual que si quieres que tu planta (o tu relación) permanezca y dure en el tiempo, no la colmes de detalles pero tampoco la abandones. Primero lee sus instrucciones (y en el caso de la persona a la que ames, deberás conocer a lo que aspira, lo que quiere, lo que te quiere y puede dar, y lo que necesita y necesitas tú, porque muchas veces estamos ante la persona equivocada) y después dosifica tus mimos y tus consideraciones, para que te dure de por vida...

miércoles, 5 de enero de 2011

Mi carta a los Reyes Magos

Yo comienzo como debe empezar una carta a los Reyes Magos:
Queridos Reyes Magos, este año, a excepción de con una persona, o eso creo, me he portado bastante bien en términos generales, por eso desearía que me concediéseis los deseos que os pido. A pesar de que me encantaría que cayera algo para mi felicidad personal, antes que eso que tú y yo sabemos y que es tan difícil conseguir, sí el amor, que alguien me quiera, me tenga en estima, quiera vivir cosas bonitas a mi lado y quiera compartir, en resumen, parte de grandes experiencias, querría que otras situaciones personales se normalizaran, y como sé que soy magos y no necesitáis que aclare en qué consiste, ahí queda.
Igualmente me encantaría pedir mucha salud por todos los míos, los que me rodean y quiero por mucho tiempo a mi lado y a los más pequeños o a los que estén por llegar, ya sabes, también que puedan crecer con buenos augurios, que no hay nada más bonito que ver la sonrisa de un niño.
Pero claro, sin trabajo no hay casi, casi de nada. Por eso, que menos que pedir poder conservar el mío, y dejando a un lado el burrito, que siempre se coloca delante, que aquellos de mi familia que no lo tienen, lo consigan, y que la normalidad vuelva a ser la tónica general, lo de todos los días, que la crisis también fastidia. Pero también os pido que se me valore, que no me considero mal profesional y que mis esfuerzos se vean recompensados, que ya es hora...!!!!
Tampoco quiero abusar de vosotros pero como estos deseos míos no pesan, no ocupan lugar y no se tienen que cargar en ningún saco, espero que saquéis algún otro buen augurio para mi persona y por sorpresa me lo hagáis llegar.
Muchas gracias de antemano

Pd: que buenos recuerdos me trae la imagen, la carta a los Reyes Magos que he escrito año tras año en mi infancia.

lunes, 3 de enero de 2011

Renovando tradiciones...

Seguimos escribiendo 2011 con ilusión, risas y regalitos. Evidentemente, que un ser querido, un gran amigo, esté lejos, modifica todos nuestros planes, los de la pandilla, y claro, las tradiciones se renuevan. Aunque sea largo de explicar y de entender, para nosotros queda, y nos entendemos diciendo que este año y por adelantado han venido Las Grecas. Cargaditas de regalos, de borracheras, de ilusiones, de sueños cumplidos, de alegrías y de muchas risas. Y es que, el momento de darnos los regalitos de los Reyes Magos este año por X circunstancias se han adelantado, por lo menos con uno de nosotros, el resto nos lo daremos el día 6, día de la tradición, día en que corresponde, como es ya habitual, tras un cafelito o una buena cena. Y yo, particularmente, agradezco que mi Greca se haya acordado de mí y me haya traído los dos regalitos que me ha enviado allende los mares (aunque no sea tan cual, pero quedaba bien, jeje, porque no viene de Oriente, sino de Madrid). En fin, gracias por estos días, por los regalitos y por las risas.
Al final haces que se nos olvide, o por lo menos a mí, por un rato, que las cosas no son como quisiéramos a modo de grupo. Tu presencia parece que paraliza el tiempo y yo por lo menos me siento muy agusto. Así, que sigue haciendo realidad estos momentos con tu presencia, y que sea más a menudo.
Pd: FELIZ AÑO, Hello Kitty

sábado, 1 de enero de 2011

Escribiendo 2011!

Hay uno momentos previos y otros posteriores, muy inmediatos, que se quedan grabados en la mente por un minuto antes de pasar de año y eso no quiero que se vaya de mi memoria, por eso lo reflejo.
A mí vinieron personas que no están, quizás por un simple comentario de mi madre, "tu abuela hacía los lazos muy bien", por la lazada del cinturón de mi traje. Y ahí es donde tu mente empieza a funcionar y a recordar a los que no están, que son varios, o muchos, o pocos, depende de cómo lo miremos, pero que te hacen revivir momentos que es imposible traer al presente.
Y ya el lío de la comida hace que compartas un momento con tus seres queridos, la revolución y la fuerza de los más pequeños, los chistes y las bromitas de los iguales, la petición de pásame esto, pásame aquello, porque la mesa es demasiado grande, e incluso el que se termine tan pronto que al final contamos las horas para la llegada de las uvas. Mientras, se pueden contar las "peleas" por el mando de la televisión, porque es complicado poner a tanta gente de acuerdo.
Y llega el momento de pelar las uvas (en mi caso por lo menos aunque este año al final me haya salido con la mía y al final me las dieran peladas y en almibar) y esperar delante del televisor el momento mágico, el del cambio de año, del diez al once, en el que tantas ilusiones tenemos puestas (a ver cuántas se cumplen). Y ahora llega el lío mayor, darnos besos todos los presentes (algo harto difícil en un salón con tanta gente) y brindar con champán. Y ya después la espera para poder salir y disfrutar con tus amigos, los que forman tu otra familia.
Antes hubo copita en casa de un amigo, como siempre o casi siempre, cumpliendo con la tradición. Es evidente que antes y después de la hora mágica recibes mensajitos que te desean lo mejor para 2011. Sí, echas de menos que haya quien no se acuerde de ti y confías por lo menos en que no sea un preludio de lo que ocurrirá en el año nuevo. Pero en esencia, todos los que deseas y a los que les deseas buenos momentos y positivos resultados en 2011 está felicitados o lo estarán en pocas horas.
Y listo, a la calle, a brindar por el nuevo año, a entrar con buen pie (lo de buen pie es un decir porque acabas con ellos destrozados) y a echar la comida para abajo con mucho ritmo. Sea donde sea, porque al final es muy verdadero eso de que no importa el lugar si no la compañía. Y la de mi entrada en 2011 fue estupenda, la que quería, la que necesitaba para que este año empezara bien, genial.
Y acabas andando con poco estilo (por el dolor de pies) y a horas tempranas, deseando pillar tu cama y dormir hasta no poder más.
Y ya es 1 de enero...ahora confío en que todo lo que le he pedido a 2011 y las fuerzas y ganas que he puesto en él se note, se realice, se transforme efectivamente en buenas cosas para los mios y para mí.
Pd: Ahora espero que haya muchas entradas más que escribir de este blog y que los que estuvieron anoche y otros, o tú mismo que me lees...también seas un pedacito de ellas...