Esa lágrima furtiva y algo desobediente corrió por su mejilla casi sin darse cuenta. Aquél fue un día en el que se sorprendió llena de melancolía, y no sabía si había algún motivo o varios, o ninguno. Lo que tenía claro es que no pudo controlar esa lágrima y otras que llegaron a lo largo del día, de nuevo sin avisar y precipitadamente, haciendo que tuviera que secarse los ojos en lugares llenos de gente que, obviamente, se pararon a mirarla, quizás pensando qué podía pasarle.
Pero ni ella misma lo sabía, ¿o sí? Esas eran las dudas de aquel día en que, una desobediente y furtiva lágrima, recorrió su mejilla sin apenas avisar...quizás quería decir lo que ese cuerpo y esa mente querían callar...
Imagen tomada de gritos.zonalibre.org |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!