Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



jueves, 29 de diciembre de 2011

El solecito

Estos días de invierno me doy cuenta de que yo nací para estar al sol, para aguantar las altas temperaturas, la presión del sol...No soporto el frío y cada día que pasa me doy más cuenta. Soy de las que no suele recordar el invierno o el verano anterior, no me paro a pensar si hizo más frío, en un caso, o más calor, en otro, pero lo que sí sé es que, llegados días como estos, en que se me hielan los pies y las manos nada más salir de casa, o que no me apetece más que estar liada en una manta o con el chaquetón puesto, sí que añoro el verano, los meses cálidos, que aquí en el sur encima son muchos...
Estoy deseando de que llegue la primavera, y es que, o lo llevo en la sangre, o eso de nacer en un mes cálido como es mayo me ha inculcado que mi cuerpo lo que necesita es calorcito.
Admiro a la gente que se acostumbra o se adapta bien al frío, pero yo, y será también cuestión de la edad, no seré capaz de acostumbrarme nunca, por más que lo intente. Pero yo tengo que decir que soy de un lugar cálido y me gusta el calorcito.
Que en verano si tengo calor, con ponerme en tirantas e irme a la playa y refrescarme, lo tengo todo. Que si tengo calor, me bebo un refresquito con mucho hielo, o me refugio en la sombra, pero la particularidad del frío del sur, de los que tenemos la suerte de tener el mar cerca, es la humedad, ésa misma que se mete en los huesos y no te deja escapar y por mucho que intentes abrigarte, no hay consuelo ni solución, porque permanece contigo. El frío no te deja disfrutar de estar un ratito en la calle con la gente, lo que sí apetece cuando llegan las altas temperaturas...
En fin, añoro el verano...

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Querido 2011

Querido 2011, he de confesarte que no te voy a echar de menos, es más, podría decirte que estoy deseando de que te marches, porque si hago un rápido barrido no hago más que encontrar motivos para que te marches, porque esos acontecimientos todos, todos, son malos. Evidentemente, si me paro detenidamente a pensarlo, puedo encontrar motivos buenos para cerrar este año, pero también pueden aumentar los negativos, por eso me voy a quedar sólo con los que me vienen a la cabeza rápidamente, y con eso me basta para decir que ojalá mañana fuera 31 de diciembre.
También te voy a decir que nunca me gustaron los números impares, y tú, 2011, te mire por donde te mire, impar tenías que ser, así que confío en que 2012 traiga mejores noticias, mejores momentos y más alegrías y menos disgustos que tú. Sobre todo espero que 2012 cumpla muchas de mis expectativas porque además es un año que me gusta. Primero, es par, algo que ya por lo pronto me anima, segundo, porque compartiré la celebración del Bicentenario de la Pepa, y sabiendo lo que me gusta Cádiz, será un momento especial, aunque a mí me toque trabajar y poco disfrutar de todo lo que se haga no sólo en Cádiz sino en toda la Bahía de Cádiz. Y claro está, confío en que haya otras muchas otras cosas, añadidas, que vengan a darnos alegrías, ya no sólo a mí, si no a los que quiero, que sé que tampoco lo han pasado bien este año. Y eso sí, a ver si 2012, ya te hago un guiño desde estas líneas, me cumples algunos de esos deseos que llevan tanto tiempo pululando en el aire, que ya es hora.
Por eso, te digo adiós 2011, esperando en que no des más lata hasta el día 31, y te despidas como todo un caballero, y sobre todo, sin hacer ruido, que es lo importante, por lo menos para mí. Deja que disfrute de estos últimos días del año sin quebraderos de cabeza de ningún tipo, intentando disfrutar y nada más. Y voy diciendo hola a 2012, a ver si con estos mimos empieza compensando todo lo que 2011 no me ha dado o me ha quitado.
Sin más se despide,
Brenda

domingo, 11 de diciembre de 2011

La Navidad...

La Navidad puede ser definida como una época agradable, apacible, cálida, pero también puede ser todo lo contrario, siempre dependiendo de la óptica de quien quiera valorar esta época del año. Yo llevo unos días dándole vueltas a estas navidades, porque siempre te falta alguien, este año además su ausencia es cercana en el tiempo, y a ella se unen las de años anteriores; pero también intento que pasen lo mejor posible, e intento volcarme, quizás lo hago de la manera equivocada, pero mientras pueda, a mi gente, a la gente que quiero, espero que no le falte nada, aunque lo mejor y lo bueno, lo auténtico, al final es el cariño, el amor, el no sentirse sólo, el querer que lleguen los días señalados en el calendario por saber que lo vamos a pasar bien; y por supuesto, quiero pasarlas con esas otras personas que no forman parte de mi familia pero están ahí, las que están ante un problema, un escollo en mi camino, un obstáculo que salvar, y también comparten mi sonrisa, mi alegría, se divierten conmigo y me apoyan...en todo, y lo más importante, ni intentan cambiarme ni yo a ellos, pero sus consejos son sabios del primero al último.
Por eso, y aunque sólo me vienen a la cabeza momentos amargos por los que pedir que 2011 se marche ya, espero que por lo menos estos últimos días de este feo año pasen lo mejor posible, y espero que todos los que estoy pensando estéis conmigo en alguno de esos momentos que tengo pensado.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La luna...

La luna esta noche está bellísima...está tomando forma, porque hace unos días no era más que una pequeña línea en el cielo que había que buscar con ahínco para poder verla, aunque se dejaba descubrir por su color anaranjado...Y hoy especialmente está rodeada de una leve capa de nieblina que la hace parecer misteriosa.
Hoy la luna está para verla en compañía, para estar, nunca mejor dicho, bajo la luna, en algún paraje donde el capricho urbano no pueda restar protagonismo a la luna...que está especialmente bella...especialmente sensible...
Por eso si tienes posibilidad, sal a la calle y admira la luna, quizás yo esté en el otro lado de la ciudad mirando al mismo lugar, al cielo, donde esa luna que admiramos nos devuelve la mirada!!!

domingo, 20 de noviembre de 2011

Siempre vuelves...

Cuando menos lo espero, ahí estás. Y quizás en el peor de los momentos posibles, porque esta semana ya tengo suficiente, como para terminar la semana con tu presencia. Esta vez no una imagen en mi cabeza, una ensoñación, un fantasma del pasado, no, tu presencia, cerca de la mía. Porque al final lo que, cuando conoces a alguien, te parece una casualidad de esas que son fantásticas, cuando lo que quieres no cuaja, esa maldita casualidad te parece una torpeza del destino para buscarte las cosquillas cuando menos lo esperes o menos lo necesites. Y hoy ha sido de esos días, en que el hecho de que pudiera verte cerca de mi casa, antes, me podía alegrar, y ahora, todo lo contrario. Y como digo, hoy encima era uno de esos días en que ya tenía suficiente con todo con lo que cargo a la espalda, como para encima tener que preocuparme de verte, a ti, aunque tampoco hace tanto que, por desgracia, tuve que verte otra vez, pero hace una semana tuve la suerte de poder sentirme un fantasma, de sentir que es de esas veces en que eres invisible para alguien a quien tienes delante, o eso quise pensar, porque nunca sabré si es o no cierto, pero hoy no he podido sentirme así, pero da igual, todo pasa, aunque tenga que soportar otro de esos días en que vuelvas, porque siempre vuelves, ¿hasta cuándo?

lunes, 14 de noviembre de 2011

Serías tú...

Esta mañana lluviosa me ha dado por pensar que serías tú la persona con la que me gustaría pasar buenos y malos momentos, vicisitudes, alegrías, diversión, y compartir parte de mi vida. Pero la vida no siempre pone las cosas tan fáciles como necesitamos, por eso creo que ya luché suficiente para que eso pudiera ser, pero al contrario, cada esfuerzo mío nos alejó mucho más, hasta el punto de que apenas hubo o hay lazos que unir, o con los que tejer nada. Y me apena, me apena porque siempre creí que podrías cambiar la visión que tengas  de mí, que nunca ha sido lo suficientemente positiva o buena como para que yo pudiera ocupar ese lugar, pero no pasa nada. Quizás en días como estos la nostalgia te invide y te da por pensar en cosas como esas, pero supongo que me debo y puedo conformarme con ser tu amiga, o tu conocida, dejémoslo ahí, porque me has relegado tanto a un segundo o tercer plano que creo que poco pinto en tu vida, pero para mí siempre serás alguien muy importante, alguien que siempre ha estado ahí, con el que contar, pero llegó un momento, no sé cuando porque no puedo ponerle fecha, en que mis esfuerzos de poco sirvieron, de nada más bien, y ya por mucho que intentaba acortar la distancia contigo, tú más la alargabas, haciendo casi imposible que pudiera recorrer ese camino que nos separaba y cada día nos separa más.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Pasajero

El tiempo es sabio, y después de un tiempo resulta que te das cuenta de que sólo fuiste algo pasajero para mucha gente que dejas atrás, y que con mi actitud radical a veces tampoco dejo que acaben certificando que soy de esas que se queda paradas viendo cómo les devuelven todos los palos que ella nunca dio a nadie. Esos palos que parece que están destinados a mí sin tener por qué. Y con esto me remonto a mucho tiempo atrás, a que llega un día que, por algo que te pasa, como un encuentro fortuito en el que crees que has pasado totalmente desapercibida, como un fantasma para alguien que fue importante para ti en algún momento, echas la vista atrás.
Y resulta que hay mucha gente que hizo contigo, en su momento, lo que quiso, que te manejó a su antojo, porque de por medio estaban los sentimientos, da igual de que nacionalidad sean los mismos ni a quien se dirijan, hasta que dijiste hasta aquí, hasta que diste un zapatazo en el suelo y se acabó el jugar contigo y con lo que sientes.
Y ahora casi te ries de algunas de esas personas, a las que sigues viendo con cierta nostalgia, ya no tanto porque causaron un daño que te ha costado subsanar o superar, sino porque al final resulta que, cuando se den cuenta, como todos los hacemos, de lo que perdieron, será demasiado tarde, porque cuando yo doy por zanjado algo, pocas veces suelo volver atrás para deshacer el camino andado. Y no por capricho, sino porque el dolor, el sufrimiento, fue tanto, que tocaste techo, y te rendiste a lo evidente, y por qué eso que era tan evidente, con el tiempo tiene qué cambiar. Pues no, no tiene por qué hacerlo y en algunos casos ni siquiera estoy dispuesta a arriesgar lo que tengo para ver si podía o no ser.
Y hoy me siento así de valiente, quizás por ese mismo encuentro, fortuito o no, ya no sé si definirlo o dejarlo inconcreto, porque no soy persona de creer en las casualidades. Me demuestro que no tengo nada que perder, que no soy la que se pone nerviosa cuando se siente como en un espejo, como si no estuviera en un sitio, aunque lo esté, viendo pasar a esa persona que estuvo ligada a mi en algún momento. Me siento fuera de esa escena, y me siento bien, que quizás no en todos los momentos en que me veo atrapada en una situación similar o frente a alguien con quien no sé como reaccionar escapo tan bien. Así que espero que no me traicione el subconsciente y efectivamente todo pase tal cual hasta ahora.

sábado, 12 de noviembre de 2011

En los ojos de la gente...

En los ojos de la gente te busqué, aquella noche pensé que no podría terminar de escrutar todos los ojos de aquella estancia, buscándote, pensando que estarías, y no estabas. Pero la sensación, muy al contrario de lo que pensaba, era de paz interior, de alegría por no tener que enfrentarme a ellos, pues sabía que hubiera sido un duro golpe. Porque seguramente si hubiera tenido que verlos, ni siquiera mirándome a mí, tendría que haber bajado la mirada, la mirada verde cristalina y que me vuelve una persona sin apenas vergüenza, porque mis ojos muchas veces dicen eso que yo muchas veces no me atrevo por cobardía. Pero pude respirar tranquila porque no tuve que detectar en aquella sala, como he dicho, esos ojos conocidos y reconocidos. No sé si te busqué o era inconscientemente lo que hacía mi cuerpo por su lado, sin que yo pusiera mi voluntad en ello, prefiero pensar que no tenía que encontrarte allí, y al salir de la misma, pude tomar aire y soltar toda la tensión acumulada. Así que gracias por hacer que mis ojos no tuvieran que encontrarse contigo.

martes, 1 de noviembre de 2011

Recuerdos

No quiero nada que me recuerde a ti, porque es tontería intentar conservarte cuando no estás aquí. Por eso hago trizas cada recuerdo, objeto o papel que esté relacionado contigo. Sólo aquello que por el momento no está a mi vista o no me daña, seguirá estando ahí, donde lo dejara, pero el resto igual lo puedes encontrar en el cubo de la basura o en un rincón de mi memoria, donde nadie pueda encontrarlos. Así que, no intentes que vuelva a mí nada de eso que un día fue alegría, gozo, divertimento, cariño, compañía,...pero ya no hay nada que me ate a ti y por tanto, no mereces ningún pedazo de mí, ni de mi memoria ni de mi corazón. La razón siempre acaba llegando con el tiempo, la sensatez te acaba arrastrando a una decisión de este tipo, y ya era hora de que pasara, porque no hay motivo alguno para mantenerte aquí, porque decidiste irte y así se hará como voluntad, porque no pienso cargar con nadie que no lo merece y que no quiere...Ahí queda...
Las estaciones pasan y con ellas maduramos. Maduro mis ideas, mis pensamientos y mis sentimientos, esos que van hacia tantas personas y pocas veces vuelven como deseo, por eso la rabia se ha instalado en mí, como el frío en la ciudad, haciendo que el sol apenas caliente, y me hace cambiar de idea...

domingo, 23 de octubre de 2011

Monotemática

Me he vuelto monotemática, y quizás por eso cada vez tengo menos ganas de escribir. Primero porque me aburro a mí misma, y segundo, porque si cada vez presiento que tengo menos lectores, menos voy a tener. No digo que vaya a cambiar de manera radical, pero sí que confío en poder mostrar otras tantas cosas de ahora en adelante. Siento que he perdido la frescura que tienen algunos de mis textos, la magia de otros o los sentimientos que me hacían sentir la piel de gallina en otros casos. He llegado a sentir la necesidad de tener que leer muchos de esos textos, inspirados en personas, momentos, sentimientos o ideales, y ahora en cambio me siento aburrida, estancada y sin ganas, sin ganas de transmitir, y sin posibilidad de ser capaz, sin ánimos, sin fuerzas y sin forma alguna de poder cambiar esa monotonía.
Quizás todo sea cuestión de cambiar el prisma, la forma de escribir. Quizás sea cuestión de intentar ver más allá, y de dejar atrás lo que ha alimentad muchos textos para nada. Así que, tengo ganas de decir adiós a eso...Ahora sé que es cierto que el tiempo es el único, el sabio que cura las heridas, que calma el dolor, que hace que los sinsabores desaparezcan, o por lo menos se diluyan hasta ser una parte ínfima de una amplia paleta de sabores...Por eso quiero dejar de escribir de todo eso...por ello lo intentaré y confío en que así sea...

viernes, 14 de octubre de 2011

Desaprender...

¿Se puede desaprender?...Algunas veces, y en situaciones muy concretas, tengo la sensación de que yo por lo menos he acabado desaprendiendo ciertas cosas...Eso que me hacía fuerte, impulsiva, algo más extrovertida e incluso más caradura. Pero no sé si es cuestión de edad, de prudencia o de errores cometidos, que ya no tengo tan claro que sepa actuar como debiera.
Me pierdo en lo que debería ser o lo que me gustaría, lío la práctica y la teoría y no sé si es correcto o no, y hay veces que creo que puedo conseguir mi objetivo y otras que no. Algunas veces pienso que si debe funcionar, funcionará, y otras que no tengo nada que hacer.
Una pregunta muy insistente es, será que persigo objetivos imposibles. No siempre lo creo así,  cuando soy objetiva soy capaz de animarme a intentarlo, pero hay veces que de tanto intentarlo y no conseguirlo, te acabas frustando. Así que no sé si será el desaprender, o sencillamente la frustación, pero creo que estoy totalmente fuera de tono...a ver si me encuentro...

domingo, 9 de octubre de 2011

Olvidar...

Olvidar es prácticamente como andar, hay veces que simplemente por inercia acabas haciéndolo, o porque ves que eres el más atrasado en hacerlo y conseguirlo, y al final te esfuerzas y ese esfuerzo tiene recompensa...Quizás alguien te empuja a hacerlo o sólo tú decides que no merece la pena, que tanta lágrima, tanto recuerdo, tanto pensar en todo o tanto ajetreo por poner tu vida del revés por alguna persona, sea quien sea, que parecía merecer la pena como amigo o como lo que sea, no tiene ningún merecimiento. Y entonces es cuando llega ese olvido. O quizás no hace falta que nadie te empuje a ello, sólo tú, al mirar a otro lado, al ver que hay mil cosas maravillosas o gente que puede suplir ese vacío o ese hueco, tiras para adelante sin mirar atrás. Quizás te ilusionas con cualquier pequeña cosa que pase por delante de tus narices, y aunque a los dos segundos se esfume, por lo menos has conseguido olvidar, que era el fin de todo esto. Porque quien no pinta nada en tu vida, en ninguna de sus parcelas, pues no me refiero a una en concreto, no merece tener un hueco en tu memoria, porque ese hueco pueden ocuparlo otras tres mil cosas maravillosas o no tan maravillosas que sí eran lo que tenían que preocuparte...Eso y nada más que eso!
Puede ser duro, extraño o complicado, pero cuando te convences de que tal cual pasaron las cosas sería por algo, esa o esas personas ya no pintan nada en tu vida. Por mucho que pasen a tu lado, parecerán simples extraños; por mucho que quieran arrancar de ti siquiera una breve conversación, no lo harán; por mucho que intenten volver a entrar y formar parte de tu vida, de tu día a día, ya no podrán; porque así es como tú te has sentido durante mucho tiempo, con una puerta cerrada, con una conversación negada y con una palabra de aliento castigándote la sien, cuando eras lo que necesitabas y nadie reparó en eso. Si tú te has sentido así por el comportamiento de alguien, creo que siempre con mucha conciencia de haberlo hecho así y no por casualidad, no mereces tener en el recuerdo a nadie, y mucho menos tener abierta esa puerta por quien nunca la mereció, porque nunca quiso darse cuenta de tu valía, de la importancia que imprimías o podrías haber impreso en su vida. Porque un día gris se pinta de rojo enseguida, lo importante es querer que quieran seguir pintando de colores tu amanecer o tu anochecer; porque un amigo espera hasta que desespera, sentado en el escalón a que salgas a compartir tus alegrías y tus penas, hasta que ya el tiempo se agota; porque una sonrisa te la puede sacar cualquiera, pero no todos seguimos mirando en la dirección de la que viene esa sonrisa, sino que buscamos la que no nos corresponde; porque un gesto bonito es fácil de conseguir, lo importante es corresponder para que nos sigan premiando con éste...y así todo lo que se os ocurra...

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Segunda oportunidad?

Muchas veces la cabeza te pide dar un no rotundo, siempre dependiendo de lo que te haya costado llegar al punto actual y librarte del dolor de cabeza que te haya producido ese asunto...pero hace unos días le dije a alguien que había hecho bien con eso de dar una segunda oportunidad, y a pesar de que el refranero popular o la cotidianidad está en contra, con eso de "las segundas partes nunca fueron buenas". Pero digo yo, por qué no, si en el caso de sagas o trilogías televisivas o literarias funciona, por qué no puede ser en la realidad. Sí, partimos de la base de es que más complicado, pero quién dijo miedo. Si todo fuera tan fácil, quizás ni siquiera lo valoraríamos.
Y dar una segunda oportunidad, a un libro, una película, un objetivo, una relación, una amistad, o sea lo que sea, siempre te beneficia, porque siempre saldrás de dudas y al final averiguas si efectivamente era el camino que tenías que elegir o nuevamente te has equivocado y debes escoger el otro camino (que quizás a lo mejor era el que muchos que te conocen o saben de la situación concreta de la que hablemos te aconsejaron que era el bueno) y porque no te queda el mal sabor de boca, porque quizás si no lo intentas nunca te lo perdonarás, y cuando te decidas a dar un paso adelante, o detrás (no sabemos nunca cuál es el que hemos dado antes) ya sea demasiado tarde.
Por eso creo que hay que apostar por intentar dilucidar aquello que no ha podido ser a la primera, pero como bien le dije a esa persona, si a la segunda no funciona o no consigues tu objetivo, date por vencido/a, porque ya si que no creo en aquello de que "a la tercera va la vencida".

jueves, 22 de septiembre de 2011

De lejos...

Hay veces que me gustaría pasar por delante de lo que me ocurre como mera espectadora, como alguien que pone una película y la va viendo suceder, e incluso poder hacer que los fotogramas pasen rápidamente para ver si hay un final feliz. Puesto que hay historias que se ciernen a ti como un mal sueño, como una pesadilla en este caso, y no te dejan avanzar. Y necesitas avanzar, pero antes querrías saber cuál es la fórmula para hacer que se alejen de ti, por eso me gustaría poder ser cualquiera, y no yo, para adinivinar cómo terminará.
Por mucho que me lo proponga, hay escenas, comentarios y situaciones que no se borran, que no se olvidan, que son crueles, porque vuelven cuando menos las esperas, cuando menos las necesitas, como un castigo. Hay momentos en que soy capaz de sacarlos de mi cabeza, porque creo que si esas historias no acabaron bien, sería por algo, pero hay otras en que pienso que no fui lo suficientemente valiente, aunque me creo ganadora porque no he necesitado esconderme ni esconder lo que quiero o lo que siento, pero en cambios otras veces me siento desdichada, porque además no hay un motivo que me haga avanzar sin mirar atrás.
No sé si quiero volver atrás, pero muchas veces me apetecería volver al pasado cercano, o no tanto, y cambiar algunas cosas, y no tener que arrepentirme, como lo hago a veces, de no haber sido capaz de decir, mostrar, hacer realidad aquello que me hubiera gustado hacer. Porque no siempre actuamos como queremos, sino como creemos correcto, y ahí yo, por lo menos así lo he aprendido con los meses o con los años, me siento cobarde, pero aprendes la lección y eso sí lo da el tiempo, no pensar en nadie, ni en los daños colaterales, ni en quién es la víctima o el verdugo, sólo en lo que quiero, y mover montañas si hace falta para conseguirlo, porque a la vista está que nadie me ayudará ni muchos menos me allanará el camino, los obstáculos los tengo que salvar yo, pero de manera egoista. Y si lo hubiera hecho, quizás a estas alturas dejaría de preguntarme cosas.
Pero pasan tantas preguntas por mi cabeza aún. Y si pones a contar, no hace tanto tiempo, o sí, pero vivo atrapada, supongo, en una realidad paralela que siempre me dice que no hice lo suficiente, y otras que sí, que no dejo claro mi terreno, o sí, que no sé pelear como debo por lo que quiero, o sí...y así todo lo que me plantee. Entro en un bucle de dudas que no se me resuelven y que nadie resolverá, que es lo peor del asunto, porque no tengo a quien acudir para poder despejar mis dudas, porqeu no hay nadie que quiera hacerlo.
Ilusa soy porque aún espero que aparezcas por esa puerta y pueda saber lo que pasa por tu cabeza, eso que supongo que todos queremos hacer cuando hay alguien que no es claro contigo, pues eso quisiera yo. Meterme en tus pensamientos, aunque supongo que podría llevarme una sorpresa desagradable, visto lo visto.
Miedo tengo de encontrarme contigo o ni tan siquiera con tu rastro. Me pongo nerviosa y no sé actuar. Porque realmente nadie me ha enseñado a actuar en esta situación complicada. Y creo que al igual que yo, te puedes sentir tú, aunque lo descarte rápidamente. Lo distinto entre tú y yo es que tú sabes lo que quieres y así lo decidiste, y a mí desde aquel día todo me parece extraño, raro. Y no es tanto lo que pueda sentir por aquello que nunca fue, que nunca empezó o que tuvo un tímido guiño de empezar pero que se quedó en amago, sino como la forma en que han transcurrido las cosas. Que hay veces que incluso parece que soy culpable de algo que no sé si entiendo.
Hay tantas preguntas que me gustaría solucionar, y que supongo que no puedo. Una oportunidad así no tendré nunca, aunque ya lo quisiera...

jueves, 15 de septiembre de 2011

Qué difícil

Con una sensación de opresión en el pecho intento superar un día tras otro de esta agonía. Lo peor, no sólo para mí, sino para mucha de la gente que conozco en esta empresa, la que sentimos nuestra porque la hemos empujado con nuestras horas, nuestro sudor, nuestro coraje y valor y nuestras ganas, es la agonía, la incertidumbre. Es como estar en un abismo, con un pie en la nada, en el vacío, y otra en tierra firme. Y lo peor es que, debido a la falta de información, no sabes si es mejor caer a ese hueco oscuro que parece la muerte o quedarte en una tierra que lejos de ser firme es convulsa y puede resquebrajarse debajo de tus pies.
No puedo evitar echar la vista atrás. Todavía recuerdo el primer día que, con el miedo en el cuerpo, acudí a la que aún sigue siendo la oficina de Información, la que he pisado durante tantos días durante siete años y casi dos meses. Miedo porque era una niña que acababa de salir de la universidad, había terminado mi carrera en cuatro años, con unas notas medio decentes y estaba dispuesta a aprender en la práctica lo poco o mucho que me hubieran enseñado en la universidad, en Sevilla. Pero para mi grata sorpresa, me encontré con una persona que, lejos de poder ser una amenaza, fue toda una amiga que me acogió con una sonrisa encantadora, de las que ella sólo sabe marcar, y con el tiempo, cuando me tocó trabajar con ella los fines de semana, me hizo aprender mucho, y siempre con nuestra merienda por bandera, que había que tomar fuerzas.
Y después llegó la que ha sido el alma de este periódico. Aún hoy, porque no se encuentra con nosotros y porque no se le puede decir, sino esperar que lo esté viendo desde donde esté resguardada, creo que su esencia sigue impregnando las cuatro paredes de esta oficina. Aunque con semblante serio, siempre fue la referencia. Muchas veces cuando escribo o cuando corrijo, recuerdo eso que entonces consideraba manías y que ahora entiendo por corrección, pulcritud y buen periodismo. Porque aunque cada uno en su estilo, creo que los que hemos pasado por este medio tenemos parte de lo que nos han enseñado, y supongo que, a mi manera, soy parte de lo que me inculcara, y estoy orgullosa de eso.
Entre las dos me presentaron las condiciones de mi contrato en prácticas, el que me posibilitó conocer ese verano a gente que aún tengo en el recuerdo, aunque estén en otros medios de comunicación, como José Manuel, Pedro, José Mari, Bárbara, Iván, Mamen, Agustín, Juande, José Pablo y como no, Virginia. Comenzamos con un mes de diferencia si acaso, y allí, entre rato y rato, forjamos la que es nuestra amistad hoy en día. Nos conocimos, nos apoyamos, nos sacamos juntas el carné de conducir...para algo sirvió que hubiera tanta gente que teníamos que hacer nuestas noticias por turnos, cuando algún redactor soltaba su ordenador. Hasta ahora, nuestro destino profesional ha estado ligado a esta empresa y eso me enorgullece, porque la siento como una gran profesional y eso me hace sentirme más grande. Además, siempre que he levantado el teléfono para que me ayudara, lo ha hecho, cosa que no todo el mundo hace hoy por hoy por nadie. Todavía conservo en el tablón de corcho una foto, antigua ya como ella sola, que me da una visión de esto mismo que relato, en la que estamos los que por entonces formábamos la redacción. Qué tiempos.
Un verano que me hizo abrir mi primer periódico Información, el de ese día que comencé mis prácticas, allá por finales de junio o principios de julio, no lo recuerdo bien, y ver que el Vaporcito protagonizaba la portada. Tampoco llego a recordar cuál era la noticia, pero hoy me siento más cerca del final trágico de ese emblema portuense, porque sea una u otra la decisión, las veo igual de nefastas las dos.
A lo largo de siete años he visto pasar a mucha gente por esta redacción. Gente desconocida que se convirtió en amiga y otra con la que no terminé fumando la pipa de la paz, pero igualmente, todo lo que hubiera dentro de la redacción, para mí quedó ahí. Seguro que dejo a alguien por el camino, pero los que salgan serán los que más hondo han calado en mí. Regla, Maricar, Bego, Cándido, Juanma, Juanmi, Paco, Dani, Víctor, Pablo, Alejandro, Luismi, Cris, Maribel, Osorio (en Feria), Antonio, Ana, Ana María, otra gente que, como mera colaboradora, Mar, u otros becarios, han llenado de vida este periódico. De muchos sigo disfrutando como amigos, estén cerca o lejos.
He peleado con muchos, he discutido, he dado muchos gritos y se ha conocido mi agrio carácter aquí, pero al igual que yo he aprendido de ellos, confío en que alguien valore que he intentado, por encima de todo, ser la mejor profesional del mundo, porque mi carácter no me permite hacer las cosas a medias. O lo hago lo mejor que sé o me han enseñado, o me retiro, y hasta el momento creo que he luchado por hacer mi trabajo como sé, lo mejor que puedo. Quizás es hora de pedir perdón a aquellos que no han sabido comprenderme o han pensado que era algo personal, porque no ha sido así. He cometido muchos errores y al fin y al cabo soy una aprendiz del periodismo aún, porque por muchos puestos de responsabilidad que haya asumido sin que nunca haya habido recompensa de por medio de ningún tipo, ni siquiera esa gratificación que más se espera, la del golpecito en el hombro, no he tenido la suficiente protección, o nunca la veo suficiente, como para forjarme como alguien del periodismo.
En este periódico aprendí a gatear, a caminar y a lograr sostenerme en pie. Creo que fuera de aquí, por muchos sacrificios y momentos duros que haya tenido que protagonizar, no hay nada. Es como si te despojan de una parte de ti que crees necesaria para seguir viviendo. Creo que me siento como alguien inservible, no sé si soy capaz de emprender otro camino, porque es como si de repente mi conocimiento en eso de andar se hubiera esfumado. He echado los dientes y he compartido mis problemas con los que por aquí han pasado, porque ha sido mi segunda casa. De ahí que, cuando comenzara a quedarme más y más sola aquí, al frente de la edición de El Puerto, intentara hacer de la oficina mi rincón, adornándola con fotos, con dibujos o un árbol en Navidad...
Además, lo peor es ver cómo mi presente se diluye, se debate entre la vida y la muerte, agonizando por tanto mi futuro, ese futuro que hace pocos días me decidía a intentar cambiar, intentaba darle forma, pero como todo depende de lo que tengas o no y de la seguridad económica, ya se hacen añicos esos deseos, esos sueños que me habían hecho idealizar un paso más en mi independencia, por ejemplo. Ahora toca esperar, toca verlas venir. Y no sé qué quiero, no sé si quiero ser de las que se queden o de las que se vayan. No sé cuál incierto es el futuro aquí o fuera. La calle me da miedo, pero más miedo me dan las condiciones en que haya que seguir remando en este barco que, de ser un gran crucero, se está convirtiendo en una patera en la que es complicado sobrevivir.
Mi lista de personas no sólo se quedan en los nombrados. En los últimos meses y años ha habido gente casi desconocida para mí, eran poco más que una firma, pero que se han ido materializando. Convivo estos meses con los Pacos, Montero y López, con Alberto y Javi, Manu, pero hay mucha gente que tengo la suerte de conocer, más o menos, y que seguirá estando ahí. Las nuevas tecnologías y las redes sociales son milagrosas, y me llevo a muchos en ese formato. Rocío, Aleu, Carlos Alberto, Atienza, Isra, Porqui, Kiko, Jose, Mauricio, Gema, María Eugenia...hay mucha gente que ha pasado por esta empresa, y siento seguro no acordarme de todos, pero es lo que me sale ahora.
Y qué decir de la gente que, gracias a esta profesión y este medio, he podido conocer. A través de mi trabajo, puro y duro, tengo la suerte de tener amigos, grandes amigos, de otros medios, a los que he visto ir y venir, trabajar muy duro, avanzar o cambiar de profesión. Pero también me llevo la amistad de algunos concejales y sobre todo, de muchos vecinos a los que considero parte de mi familia, porque el mundo vecinal fue en el que nací prácticamente, tomando, los días de descanso de Bárbara, sus contactos. Y así, poco a poco, me fui haciendo con la confianza de algunos y el trato de favor de otros. E incluso he conocido a grandes profesionales de otras ciudades, sobre todo de la vecina Jerez, gente válida...
Ahora siento que mi trayectoria profesional es una noria que gira tan deprisa que no sé si me mantendré en pie o caeré de manera repentina. Pero hay que aguantar el tipo. Ojalá hubiera sido valiente y hubiera cambiado de  tercio, me pregunto algunas veces, pero otras siento que necesito ser y realizarme como periodista, porque me recuerdo desde que tengo uso de razón escribiendo, y es mi pasión, y lo que sí puedo decir es que por lo pronto durante siete años, con más o menos libertad, he hecho lo que me apetecía, que era desarrollarme como periodista, y eso no todo el mundo lo puede decir. Yo sí. Ojalá mi destino hubiera estado ligado a otro tipo de trabajo, en otro sitio, eso sí que creo que me lo merezco, pero ahora supongo que queda esperar...y así se hará.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Los amigos están en cualquier lugar

Este verano me ha hecho comprender, además de por un cúmulo de circunstancias, que los amigos no son siempre los que están o creen estar a tu lado, sino que puede ser cualquiera que, por una u otra cosa, ha trazado un lazo de amistad contigo, un hilo fuerte que no se rompe con facilidad, como ocurre con las telas de las arañas, que sostienen cualquier envite que te dé la vida. Quizás los que te profesan a diestro y siniestro su amistad no lo son tanto y los que crees lejos, aunque sólo sea por la distancia física que os separa, parecen tus ángeles de la guarda. Y es que mi verano ha sido convulso, en lo que a relaciones personales y choques familiares se refiere, y eso ayuda a saber quién ha estado ahí, dándote su calor y arropándote que prácticamente has sentido que estaba contigo en esos momentos en que creías no encontrar consuelo, y quien en cambio ni se ha molestado por intentar recoger alguna de tus lágrimas o por preguntar si te podías sostener en pie o en cambio necesitabas un hombro para poder caminar.
Pero no sólo esos que han trazado en la distancia ese gran lazo de color esperanza son a los que agradezco que lo hayan hecho, sino a los que estando aquí y no haciendo falta que vea día tras día, han estado ahí, a mi lado, en el momento en que lo he necesitado. Pero los cuento con los dedos de una mano, porque pasarlo mal y no querer "molestar" es algo que me caracteriza, pero quien me conoce de verdad ha sabido cuando he necesitado ese empujón, o una contestación, una cara más larga que otra, ha hecho que comprendan que algo pasaba, y se han activado las alarmas que han hecho que me preguntaran.
Porque quizás callo por no añadir más preocupaciones a la vida de nadie, porque creo que lo que pueda contar o lo que me ronde por la cabeza no es tan importante como quizás los problemas de otros que me rodean, pero sí que aprendes a saber que hay veces que debes escuchar y creo que es una de mis cualidades, para dar consejos acto seguido, y otras en que necesitas desahogarte, echar fuera lo que te oprime, porque es difícil continuar con un saco lleno de obstáculos en la espalda. Por eso, y sin decir nombres, espero que todos los que deseo os veáis reflejados en este escrito, que no es más que, a la callada, sepáis que va por vosotros, y si no lo hacéis, os lo haré saber. Pero de antemano, lo leáis o no, os doy las gracias por todo, y confío en que, a pesar de que os puedo contar con los dedos de una mano y media, sigáis aguantando mis cambios de humor, mis problemas y mis particularidades.

martes, 13 de septiembre de 2011

El pasado siempre vuelve...

El pasado siempre vuelve, aunque es una frase muy recurrida por un programa de televisión, es una verdad como un templo. Hay veces que retomas un pensamiento, ves a alguien por la calle, te obligan a recordar un acontecimiento desagradable, te vuelven a sacar un tema casi olvidado...y es como volver al tiempo pasado, y claro, en esos casos, es como si te transportaran al momento en que lo viviste...Y parece que sólo sufres tú por ese desagradable momento, y por mucho que te digan que no eres la única que lo pasa mal, no lo sabes con certeza al igual que no lo sabe quien intenta calmarte. Pero es que el pasado, si no va a cambiar la situación actual, debería quedarse tal cual, porque has aprendido a sobrellevarlo, a pasar página o intentarlo, por eso no mereces más daño, que nadie ahonde en tu pena, en tu tristeza o en tu calma, porque la herida que nos has cerrado, difícilmente cicatriza, y no es justo que nadie te lo recuerde constantemente, porque ya tienes tú suficiente con castigarte ciega y tontamente día tras día si es que a tu mente llega un pensamiento de ese tipo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

La humedad

Esta noche la ciudad huele más que nunca a humedad y aunque debería estar acostumbrada a él, esta noche huele más que nunca. el olor entra en el coche, mientras vuelvo a casa, y me inunda por completo, pues he preferido volver con las ventanas bajadas. No voy a descubrir que vivo en un lugar totalmente húmedo, que la mayoría de los días hace estragos en mi pelo, pero esta noche necesito que ese característico olor entre por mi nariz y me ahogue, porque doy por hecho que es una pesada losa que cae sobre mis pulmones.
El verano prácticamente nos abandona y por eso, en plena noche, siento aún más la humedad, que nos acompaña todos los días del año, pero especialmente los que vivimo estos días, puesto que esta maldita humedad viene acompañada de ese frío que te hace pensar en que te has transportado a pleno invierno, y no al mes de septiembre, en el que estamos...

lunes, 29 de agosto de 2011

¿Y la inspiración?

La inspiración no llega cuando quieres y te abandona cuando menos lo necesitas. Y no era precisamente éste el mejor momento, porque andan pululando por mi cabeza mil y una ideas que están gustosas de salir de ahí, pero deberían hacerlo de forma ordenada y con un sentido claro, y me da que no estoy capacitada ahora para darles el giro que necesitan.
Por eso no sé cuanto tiempo más tendrán que estar ahí dentro. Hay tanto de lo que querría escribir, tanto que decir, pero ya no sé si me repito, si mis ideas siempre giran en torno a lo mismo o si el verano se me ha escapado de las manos anhelando, mirando atrás o buscando el dorado o lo positivo a muchas situaciones pasadas, padecidas y que me han marcado, de una u otra manera, que marcarán la forma en que me enfrento a la vida o cómo sea de ahora en adelante.
Y mientras, mis dedos toman mi pluma y sólo logro hacerla girar sin encontrar de qué escribir. Confío en que no sea una de esas malditas crisis que te arrebatan una de tus mejores cualidades, porque considero que tengo ese don de poder expresar cada cosa que pasa por mi cabeza, cuando otros quizás quisieran hacerlo con la misma facilidad que yo. Mi cualidad es escribir todo lo que siento, reflejar en un papel aquello que recorre mi pensamiento.
Pero ayer no fue el día, hoy parece que tampoco, porque sólo me veo capacitada para expresar mis miedos a no tener de qué escribir, a no ser capaz de formar una idea y exponerla, y mañana me pregunto si por fin será...

viernes, 19 de agosto de 2011

La vuelta al cole

La vuelta al cole es dura, y si no echad la vista atrás, cuando éramos críos la vuelta al cole era un suplicio, pues eso me supone a mí dejar las vacaciones a un lado y tener que coger la agenda, el cuaderno y el bolígrafo y la cámara de fotos. No un suplicio en sí por el trabajo, porque esto es vocacional y me gusta, disfruto con lo que hago todos los días, pero no siempre la calma entra dentro de los planes, y esta primera semana de trabajo no está siendo precisamente tranquila. Pero dejando a un lado lo menos positivo de la semana, me alegra mucho haber dejado las horas de sueño a un lado para disfrutar de un rato de alegría y conversación sana, sea por un cumpleaños de alguien especial, porque continúan aquí dos amigas muy importantes que en breve se marcharán, por la llegada de otro que también estará de paso durante unas semanas o simplemente por ver a los de siempre...El sueño ya lo recuperaré, pero seguro que no olvido estos días, que ayudan a que se me olvide que madrugo, o me tengo que levantar para ir en busca de la noticia.
Pero claro, también la vuelta al cole supone la rabia de perderte otros momentos, esos en los que te encantaría estar, como un paseíto por Cádiz, por poner un ejemplo, o un café o una comida en cualquier lugar. Con todo, me conformaré con la envidia sana y poder ver las fotos y escuchar vuestras experiencias, siempre recordando que yo también estos días y semanas últimas he pasado ratos muy agradables....
Ahora toca adaptar el cuerpo al trabajo, a la oficina, a coger el teclado y el ordenador no sólo para subir fotos de las vacaciones. Centrarse en buscar noticias, seguir algunos temas de relevancia e intentar sacar el jugo al verano portuense...

domingo, 31 de julio de 2011

Vacaciones...

Las vacaciones es lo que tienen, que traen buenos momentos, un rato al sol, disfrutar de un baño en el agua salada, mojarte por el chapoteo de los niños en la playa...hundir los pies en la arena mientras sientes cómo quema, ver pasar a la gente con sus historias entre manos, pensar en las tuyas, charlar de lo importante que ha pasado o de lo más cotidiano, escuchar conversaciones ajenas cuando se hace el silencio, leer un buen libro, coger color, echarte crema, pulverizar el líquido del pelo sobre tu melena, ver llegar a la gente, reirte cuando sube la marea y el que no se ha dado cuenta tiene que correr para salvar sus pertenencias...un coca cola fresquito en cualquier terraza, un yogur en la orilla del mar, una salida tranquila con los amigos...disfrutar de un concierto, una obra de teatro...
Las vacaciones tienen su lado bueno, y es que disfrutas como nunca de tu tiempo, de tus días ociosos, de poder decidir en cada momento lo que hacer, con quién compartir esas valiosas horas en que todo se para a tu alrededor porque no hay nada mejor que hacer...
Por eso pongo aquí el cierre al blog por unos días. Aunque ya disfruté a principios de este mes de julio que se marcha de quince días de vacaciones, ahora retomo mis días de asueto, otros cuantos en agosto tampoco vienen mal. Me vendrá bien desconectar, despejarme del ambiente de trabajo, de todo lo que al final te supone la irritación diaria del deber, y sobre todo, de ciertos episodios que no merece la pena recordar de este mes de julio pero que han minado mi ánimo. Por eso confío en poder empezar agosto con mejor pie, con más fuerza y ánimo, disfrutar sin preocupaciones y sin ningún incidente que marque el calendario para siempre...Así que a la vuelta, que vendré con las pilas recargadas, supongo que plasmaré algo en el blog, si nada me obliga a interrumpir las vacaciones antes...Mientras os digo, ¡hasta la vuelta!

viernes, 22 de julio de 2011

Entre volantes te dejé

Parece que fuera ayer cuando estabas entre volantes, acompañada por mi madre, para hacer todos los trajes de gitana que este año otra vez te aventuraste a hacernos. Cierto es como me dijo una amiga que tengo tesoros en mis manos, porque son el recuerdo más cercano que me queda de ti. Hasta a mí se me hace raro entrar en tu casa y no oir tu voz, algo así como "qué pasa chochete". Me veo aún yendo a probarme el traje, el lila que este año no me entraba por los ojos por bonito que todo el mundo dijera que era, pero que después no paro de mirar en las fotos de esta Feria porque me encanta. Me veo encogiéndome para que no me pincharas con los alfileres, una prueba más, y pidiéndote que el escote me lo pusieras más bajo, más bajo, que después decías que nos encantaba llevar la pechuga al aire. Era tu frase.
Y aún no creo que el martes te viera por última vez, porque me negué a tener que verte dormidita pero entubada, luchando por la vida, como lo has hecho siempre, porque hay muy pocos ejemplos de lucha constante, de salir adelante porque sí, por cabezonería, porque la vida no puede dejarte ir, pero no lo conseguiste, y eso es lo que más nos duele a los que ya no te tenemos. No pudiste ganar esta batalla, maldita las armas y herramientas que te faltaron para poder luchar contra viento y marea sin que nada pudiera contigo. Maldita la hora en que el destino caprichoso quiso que se sucedieran un sinfín de desafortunados indicentes que hicieran que el desenlace nunca fuera el que imaginábamos. Pero menos mal que tengo un recuerdo cercano, el del mismo martes por la mañana.
¿Dónde está la justicia? ¿dónde queda la lógica en estos casos? ¿de dónde se sacan las fuerzas para hacer que las que se quedan solas puedan continuar sin mirar atrás y lamentarse? ¿cómo se lucha contra esto? ¿cómo te conciencias de que vamos a pisar tu casa y no vas a estar ahí?
Maldito el día que estaba escrito, el caprichoso 21 de julio de 2011. Y sólo te fuiste un año y meses después que abuelo y dos años después que abuela, pero tú no eras de las que se rendía, habías asumido que es ley de vida, por tanto ese recuerdo no te arrebató la vida, pero aún quizás nos preguntamos por qué, por qué, por qué no pudiste aguantar, luchar más, hacer que esto no estuviera ocurriendo.
Maldito capricho el que siempre quiere imponerse a toda lógica. No quiero creerlo, y como yo entiendo que los mucho más cercanos a ti, y supongo que será poco a poco cuando esto vaya pareciendo una realidad, aún a riesgo de ser una pesadilla, y no un mal sueño.
Guardaré mis tesoros en el cajón de mi baúl de los recuerdos, y me preguntaré seguro, por mucho tiempo, por qué no te voy a ver el año que viene animándome a buscar una telita para hacerme un traje de gitana nuevo. Ya no podré lucir esos modelitos que, con muchas peleas, al final sacábamos adelante, ni como te gustaba a ti ni como me gustaba a mi, pero siempre llegábamos a un acuerdo y al final siempre causaban sensación allá por donde fueran, eso sí. Pero sí tendré la suerte de tener esos trajes, de los que no me pienso deshacer, porque son mi fortuna...y entre volantes te dejé y entre volantes me acordaré de ti, estés donde estés...

sábado, 16 de julio de 2011

Tiempo

El tiempo es uno de los mejores consejeros, pero claro, hay que esperar a que llegue el momento, porque no siempre es difícil dar con el minuto exacto en que llega lo que esperas. El tiempo es el más sabio, el que todo lo cura, el que cambia el curso de las cosas para bien o para mal, pero tienes que esperar a que así esté escrito, a que de repente estés en el momento idóneo para que eso pase. Para que te permita cambiar el destino, el pasado o el presente, para que cierre tu herida y reabra una nueva, para que calme tu sed de respustas, para que ahonde en lo que te duele y saque de una vez por todas todo lo que reprimes, para que haga desnudarte sin más ante la persona que amas y te deje sin aliento...
Pero nunca decides tú, siempre es el caprichoso tiempo el que decide. Pone rumbo a un mañana mejor, pone dirección al camino exacto, pero siempre hay que saber ir con cierta prudencia y sobre todo, paciencia, paciencia que no destaca entre mis virtudes, porque nunca fui de las que sabe esperar, pero cuando va pasando un día, y otro y otro, te das cuenta, cuando echas la vista atrás, que ya ha pasado una semana, dos, un mes o más de un mes de aquello que te oprimía el pecho, de lo que no te dejaba respirar, de lo que te hacía vulnerable, débil e incluso sentirte el ser más insignificante que hay.
Pero tiene que pasar el tiempo, tienes que dejarlo actuar, tienes que dejar que todo sane, porque una herida sin sanar te puede hacer el doble de daño, y por adelantarte a los acontecimientos sólo puedes hacer derivar en malo lo que podría ser bueno...
Por tanto, hay que esperar...el tiempo es sabio y sanará cualquier herida, pero en su justo y debido momento...porque no hay fórmulas para poder adelantarse a ello...no la hay por mucho que así lo quisiéramos...

jueves, 7 de julio de 2011

Pensar en mi...

Después de muchas conversaciones y mucho pensar, si es que las vacaciones sirven para todo por lo que se ve, creo que me debo replantear mis principios, porque es imposible, en los tiempos que corren, pensar en terceros o en otras personas cuando te ves en ciertas circunstancias, es mejor actuar como te pide el cuerpo en el momento y así, a posteriori, no arrepentirte de no haber hecho aquello que te apetecía, que necesitabas para ser feliz. Ya está bien ser la buena cuando al final te llevas los palos hasta de donde menos te los esperas, por eso es mejor dejarse llevar, sentir, emocionarte, vibrar con la persona que te hace feliz y en general vivir, porque la vida pasa tan deprisa que ni nos damos cuenta, y llega un momento en que al final eres la única que pierdes, porque todos a tu alrededor, incluso los que han estado implicados en esas situaciones de las que hablas, vuelven a sus rutinas sin pensar siquiera como tú lo haces, por lo tanto, mejor ganarte a pulso, pero habiendo disfrutado, lo que dirán de ti, que no merecerlo, por pensar en todos, y finalmente obtener el mismo resultado.
Ya estoy cansada de ser la buena cuando conmigo nadie es bueno, y no es un ojo por ojo, sino un momento de reflexión, y en el que caigo que no merece ser como quieres que sean contigo, porque nadie lo cumple, y porque quizás he perdido vivencias y experiencias por eso mismo y me da rabia pensar en el qué hubiera ocurrido si...la eterna pregunta que surge con la reflexión, y por muchos folios en blanco que llene con esas reflexiones, ya es tarde, por eso la próxima oportunidad que tenga ante mis narices de ser como quiero ser, lo haré, me portaré como me pida el cuerpo, el corazón, la mente y lo más hondo de mi ser, porque mientras soy yo la única que pierde y la que se queda con la duda, y estoy rabiosa porque me cabrea vivir con tantas dudas, si me llevo un tortazo, con o sin mano, que sea por ser descarada, atrevida, por hacer lo que me apetece y no por ser una mojigata que aún piensa en un mundo ideal donde no existen las puñaladas...porque las hay, y como las hay, se acabó la diplomacia, se acabó el ser buena, se acabó el pensar en los demás, ahora voy a pensar en mi, y sólo en mi....y no es egoismo, sino hacer lo que nadie hará por mi, eso mismo, mirar por mis intereses, mis deseos,...por cumplir lo que quiero en definitiva...

viernes, 1 de julio de 2011

No es ser tonta...

Que te guste alguien no es ser tonta...Ésa es una frase que escuché ayer en un programa de televisión y me hizo pensar que quizás no eres tonta cuando te guste alguien, ni sentir aquello que todos piensan que debería ser lo contrario. Meditar te sirve para intentar mitigar el dolor de algo pasado, y hay veces que te ayuda y otras que te hace ver todos los prismas de esa historia, por corta que haya sido. Y aunque hay veces que sigues pensando que te faltan piezas del rompecabezas, hay otras que quieres que todo hubiera sido distinto y que incluso si hubiera una oportunidad de volver y poder cambiar algo, lo harías, porque rememorar lo vivido, releer aquellos mensajes que ya te parecen viejos y reirte con momentos incluso divertidos y vividos, no sabes ya si te agranda la herida o la cierra, o quizás la hace mayor o menor en ciertos momentos.
Merece la pena, e incluso me ayuda mucho, tener a alguien delante que en parte entienda por lo que paso y me escuche, quizás porque para mí es tan difícil a veces pasar esto sola...
Y te pregunto y me pregunto ¿es triste albergar esperanzas? ¿es lo correcto pensar que podría haber otro final? ¿que si no me hubiera dado por vencida, que si hubiera hecho las cosas de manera distinta, o si hubiese actuado de otra forma en momentos puntuales, todo ahora sería de otro modo?...
Son muchas las piezas que faltan, mi rompecabezas se quedó incompleto, y mira que tenía ganas de darle forma...

lunes, 27 de junio de 2011

De la mano...

Llevo varios días, quizás por aquello de que no ha sido fácil o porque no no lo sigue siendo y además llevo presente todo lo ocurrido y lo hablo mucho en el intento de normalizar la situación, pensando en lo simple pero lo significativo que es ir con alguien de la mano. Quizás hasta la envidia que siento al ver a dos personas mostrándose su amor, su cariño y su afecto cuando van de la mano. Tanto se puede mostrar con un simple apretón de manos, tanto puede decir ese pequeño gesto, que rebasa todo lo que pueda decir. Entrelazar tu mano con la de ese alguien especial, hacer cosquillas a esa persona en la palma de la mano o simplemente pasear tus dedos por los suyos...eso es lo que quizás me gustaría hacer ahora, tomar esa mano  y mostrar todo lo que un gesto así puede mostrar...

domingo, 19 de junio de 2011

Aquellos recuerdos

Da igual el sitio que elijamos, quizás pongamos que nos encontramos en la playa, las de siempre, las de toda la vida, las que nos conocemos desde hace tanto que muchas veces jugamos a ni siquiera saber la edad que tenemos..Y de repente surge el tema de los viejos amores. Y nos reímos un rato, tanto que casi nos duele la barriga de hacerlo.
Evidentemente, salen a relucir aquellos que nos hicieron llorar, los que supusieron el primer amor, los que se alejaron de nosotras y no fueron, para ninguna de las que hablamos, el hombre elegido para siempre; los que casi nos averguenzan saber que estuvimos con ellos; los que nos hacen reirnos tiempo después de las locuras que hicimos; los de aquí, los que no eran de El Puerto, los que ni siquiera hablaban nuestro idioma, o los que pudieron ser incluso un problema por la diferencia de edad.
Y es que, cuando echamos la vista atrás, no podemos dejar de pensar en aquellos ratos que compartimos y que nos recuerdan que tuvimos una edad en la que sentíamos a tope sin que nos importara nada, que de todo hacíamos un mundo, por tonto que nos parezca ahora. Recordar cuando el grupo era totalmente distinto, tú estabas con uno, yo con otro, la otra con otro distinto, y así hasta completarnos, los chismorreos que nos hacen, incluso ahora al cabo de los años, saber lo que no supimos entonces, recordar que todas, en el fondo de algún cajón o una caja, en algún lugar también, guardamos muestras de esos años, las cartas, los escritos, los regalitos que nos recuerdan a alguien...Porque somos así, nostálgicas por naturaleza y nos gusta que no todo lo que queda en la memoria por lo menos esté reflejado en algún lugar...
Sin duda, es un rato simpático, porque todas tenemos un amor por el que suspirábamos, uno por el que desear no haber andado el camino, alguno del que nos escondemos aún hoy, algunos a los que le perdimos la pista a pesar de todo, y los que aún al haber pasado tantos años nos sigue pareciendo una locura...
Pero nadie nos puede quitar poder echar la vista atrás de vez en cuando, por el motivo que sea, y recordar aquellos tiempos en los que...vivimos tantas cosas...

jueves, 16 de junio de 2011

Pensar o no...

Hay días en que querría volver a plasmar en mi rinconcito esto que me atormenta, pero siento que aburro y que no soluciono nada. Que hay días como el que describo en la anterior entrada, pero hay otros muchos como el del martes noche o el miércoles, o incluso hoy...hay tanta desazón, tanto vacío donde había lleno, tanta incongruencia donde antes había claridad..Y no puedo dejar de pensar que no creo que las cosas se sucedan así, pero tampoco tengo más ganas de hablarlo, ni de decir ni de hacerme la dura cuando en realidad no es lo que siento...Y me pregunto, por qué pensé en un final feliz cuando este cuento se sabía que se tornaría pesadilla. Era absurdo pensar en positividad, si el reflejo de la realidad era palpable...En fin...no es buen momento, pero tampoco siquiera para rememorar otra vez, ni siquiera para escribir esta entrada, lo que pasa por mi mente, que no son más que dudas casi existenciales, me siento como en el borde de un abismo y temo caerme...pero hay veces que tampoco me importa caer...Bueno, confiemos en otro día de sol, que me llene de vida y me haga olvidar esto que me corroe...

sábado, 11 de junio de 2011

Hoy sí

Hoy me he levantado positiva, con ganas de comerme el mundo, porque hoy me siento distinta, hoy he creido en mi, en mis posibilidades, y en que no hay nadie que pueda conmigo, que pueda con mis energías, porque nadie es más que nadie, y porque por mucho que eche la vista atrás, nada volverá a ser como quiero ¿no?...pues entonces, mejor mirar al frente, y si una mañana como la de hoy necesito pensar sólo en mi y en lo guapa que me siento hoy, lo haré, me fascinaré a mi misma, y me reiré de todo lo que se presente...
Porque hoy sí creo en mi, hoy he pensado que soy mejor que tú, y no es por comparar, porque las comparaciones son odiosas, sino porque es cierto, porque me infravaloro muchos días al mes y al año, y hoy no, hoy no quiero sentirme inferior a ti ni a nadie, porque no lo soy, porque quizás no soy yo la que pierde, si no tú el que no descubres...porque no soy yo la que se tiene que levantar todos los días lamentando no poder descubrir qué pasaría si estuvieras a mi lado un día como hoy...sino que tú nunca sabrás que podría haberte aportado...
Porque hoy sí que no quiero lamentaciones, y sé que mañana será un día nuevo y quizás mi ánimo decaiga, pero hoy no, hoy me siento fuerte y vigorosa, y creo que el sol me ha aportado más fuerza si cabe, pero no lamento sentirme bien, porque como digo y sé, quizás mañana no me sienta con tanta energía como para comerme el mundo y me venga abajo, pero mi momento no me lo quita nadie...

jueves, 9 de junio de 2011

¿Un mal sueño?

Aún con el mal sabor de boca en el cuerpo y con toda la pena por haberte escuchado, entera pero en el fondo hundida, porque sé que eres aún más fuerte de lo que yo aparento ser, te escribo estas líneas. Sé que no van a servir de consuelo, pero igual que has sido la princesita de aquel primer cuento que escribí, también eres la protagonista de un momento amargo, desagradable y que sé que esperas, cuando te despiertas, que no sea real, que sólo sea un mal sueño, una pesadilla.
Pero por desgracia, te queda aún mucho día por delante para saber que no es un mal sueño, que no es una simple pesadilla, sino una realidad que cae como una losa en toda tu familia, porque la vida no se puede romper tan pronto. Lo hemos hablado esta mañana y lo hemos hablado en otras ocasiones, cuando es alguien mayor el que se va de tu lado, su vacío es incalculable y tu pena mayúscula, pero en el fondo hay algo en ti que estaba dispuesta a ese momento, a que tenía que llegar, por aquello del "ley de vida" tan sonado, pero cuando es alguien que casi no ha probado las mieles de la vida, de lo bueno y lo malo que tendría que venir, la rabia y la impotencia es mayor, en este caso no hay consuelo suficiente ni hombro que pueda calmar tus lágrimas o tu pena. Es duro, es terriblemente duro y no sé cuáles son las palabras mágicas ni para calmar tu pena ni para afrontar contigo este momento. Sólo sé que me gustaría estar ahí, a tu lado, y no aquí escribiendote por medio de mi blog, pero quiero que, en adelante, cuando veas este escrito, te acuerdes de que en todo momento mi alma ha estado trabajando pero mi corazón ha estado contigo, porque ya todos sabemos lo que es pasar por momentos duros y tragos insalvables, y es cuando hay que demostrar que estoy ahí.
No sé como he hablado contigo sin derrumbarme, quizás porque te he sentido serena, sin titubear, y eso es importante, pero también te aconsejo que, si tienes que derramar una lágrima, lo hagas, porque el dolor no es soportable y no hay que quedárselo dentro, porque la rabia debe ser extrapolada fuera de tu ser, no te lo guardes. Yo te tiendo mi mano, ya sé que no es consuelo, y que tienes mucha gente que te arrope en este momento duro, pero para lo que necesites, ya sabes dónde me puedes encontrar...Un besito

lunes, 6 de junio de 2011

¿Sabes qué...?

¿Sábes qué...? Qué tú y yo podemos, podemos salir de esta, podemos gritar si nos da la gana porque estamos ya muy cansadas de todo, que no nos podemos quedar quietas mirando como pisan nuestro corazón sin medida, y encima dejarlos pasar como si nada...Que si queremos, podemos decir todo lo que nos salga del alma, porque en el fondo nos sentimos dolidas y encima no tenemos derecho a la réplica...
Si necesitas llorar, llora, ya te dice la que te dedica estas palabras que es muy bueno, sirve como terapia, aunque quizás no tanto como merecemos ¿verdad? Quizás yo tenga más opciones de hacerlo que tú, por lo menos en estos momentos o en esta etapa, por lo menos en la laboral...en que la soledad me acompaña. Si necesitas gritar y alzar tu voz, hazlo, quizás no sirva a la larga, pero en el momento te quedas muy agusto...Si necesitas un hombro en el que llorar, ya sabes, llámame, que ahí estaré, da igual si voy en pijama y zapatillas o a primera hora de la mañana, porque siento que es lo que necesitas, como yo os he tenido ahí. Si necesitas decirle lo que sientes, hazlo, quizás no sirva de nada, pero en ti quedará esa sensación de hacer las cosas bien...
Queríamos que todo fuera distinto, porque yo sé que sabes que yo lo necesitaba, a pesar de que me costó confiar en que no era un espejismo, y yo sé que fuiste valiente e intentaste superar todas las barreras que te has impuesto para no sentir, pero quizás no sería nuestra oportunidad, sólo un reflejo de lo que nos espera ¿no?
Tenemos que decir que no queremos ser la otra, que no queremos ser una distracción, que ya está bien y aunque sepamos que ninguna de las dos somos capaces, por lo menos que les quede claro a todos los que se han acercado a hacernos daño. Mira, que ya está bien de ser las buenas siempre, de no hacer que nuestras apuestas sean las que valgan, que nosotros seamos la opción primera y no la segunda o la  tercera. Y si hay que hacer algo sin sentido, sin pensar, pues se hace, porque ya no funciona el consuelo de ser, pero siempre en la teoría y nunca en la práctica, las mejores compañeras, las mejores amigas, las que siempre están ahí, las comprensivas, las que lo dan todo sin pedir nada a cambio, las que se conforman cuando ellos eligen, las que se quedan con el corazón roto cuando al final resulta que no somos las que se merecen una alegría, las que encima tienen que ser buenas y positivas y confiar en que esto tenía que pasar, sólo eso. Pues no, me niego, en algún momento tendremos que hacer que no nos tomen por tontas, porque si no, siempre será así...y no es justo, ni por mi ni por ti, y que conste que si mi historia me duele, más lo hace la tuya, porque creo que tú si que lo merecías, y más que yo...

sábado, 4 de junio de 2011

Cambiar el pasado...

No puedo cambiar lo pasado, pero tampoco la huella que deja en mí. Lo que ha pasado o lo que no, habría distintas maneras de interpretrarlo. Pero la tormenta pasa, o quizás no recordáis que he salido de otras, de muchas caidas sin red, de muchos tropiezos sin que fuera mi doble, cual película de acción, la que acabara destrozada o por el suelo. Y por mucho que queráis ver una sonrisa limpia hoy y mañana en mi rostro, todo tiene su tiempo, y al igual que lo bueno llegó poco a poco e incluso se hizo esperar o se amasó conforme los meses pasaban, el olvido y la recomposición tampoco actúan tan pronto, porque es así como funciona la mente y lo que no lo es...Y la mentira no es la opción, no me puedo engañar y engañarme para sobreponerme, por ello necesitaré mi tiempo, tiempo para volver a tropezar con otra piedra equivocada.
Pero no sé si ahora sólo yo puedo darme la mano para salir del pozo y eso no significa que no agradezca que me tendáis la vuestra, quizás no debería haber actuado como una necia y haber hecho realidad vuestros consejos, pero al igual que ahora siento vacío, el no intentar saber qué había al final del camino hubiera minado mi presente y no sé si me lo perdonaría.
Esto es de perogrullo, pero sólo puedo mostrar un alma rota en pedazos, como el espejo que cae al suelo. Necesito ese tiempo que me han robado, pero sigo siendo la misma de siempre, aunque con el semblante marcado por la injusticia de sufrir.
Pero de todo salgo, y aunque esté abatida unas semanas, supongo que de esto también conseguiré reponerme, recomponer mi alma ajada, que llevará una tirita más para otra caprichosa herida, aunque estuve advertida en todo momento de que esto pasaría, pero no sé si pensar que es humano errar y ser inconsciente o ése es mi sino.

miércoles, 1 de junio de 2011

En estado puro


En estado puro. Así me muestro ante ti, independientemente de cómo me veas. No sé qué te parece a ti, pero a mi, alguien sincero, que siempre ha querido mostrarse tal cual, sencilla, introvertida, algo seria y con miedos, muchos miedos, pero con un corazón grande que siempre alberga esa esperanza a tener lo que tanto ansía. Quizás a ti te parezca una tonteria, pero a mí no, y lejos de creer que lo tenía cerca, pensé que en esta ocasión podía ser que hubiera algo bueno para mi, pero una vez más me equivoqué. Y sabes qué, que no sería capaz de desandar mis pasos, porque me he sentido viva y eso dice mucho de mi, y lo más importante, es que la valentía es parte de mi vocabulario que no la cobardía, que he querido ser yo, en estado puro, sin tapujos, transparente, sin mostrar más que lo que ves, porque no hay más...

martes, 31 de mayo de 2011

A pasar página...

El sabor agridulce es inevitable pero reconforta saber que diste todo lo que pudiste, que te exprimiste por dar lo mejor de ti y que tenías mucho que demostrar, pero nunca te dieron la oportunidad, por eso dicen que es mejor pasar página, olvidar lo bueno y lo malo, lo que te hizo soñar esperanzada en poder avanzar. Aunque te cueste levantarte cada mañana y acostarte cada noche, sobre todo sin hacer que las lágrimas recorran tus mejillas, debes hacerlo, pensar que tú no pierdes, sólo diste a quien no supo merecerte, a quien no supo degustar las mieles de una persona entregada, cariñosa (aunque no lo demuestre) y con mucho que ofrecerle, a quien no supo ver que el pasado era tristeza y el presente a tu lado se traducía en risas, alegría, momentos que pasaban como un leve aliento pero que después en la memoria se traducían en horas de momentos estupendos, de los que gusta repetir...Te topaste con un cobarde que pretende engañarse toda la vida y que no supo valorarle, que prefirió no disgustar a nadie a echarte de menos, a hacer que todo sea distinto de lo que imaginaste e imaginó...Efectivamente parece que es mejor dejar la página emborronada y con tachones incluso, porque será una nueva página en blanco la que preceda a ésta, por escribir con algo nuevo y bueno...algo que esté a tu altura, porque evidentemente eso que te ha hecho anclarte en el pasado no lo está...
Sabor agridulce, pena en mi voz y rabia en mi interior, así es como me siento, porque no puedo cambiar el curso de las cosas, porque todo está decidido y no fui más que un juguete en tus manos, una distracción que ahora resulta juguete roto, estropeado por el mal uso de quien no supo valorarlo...Porque hubiera dado mucho o poco, daba igual, todo estaba decidido, tú así lo decidiste y dejaste que creyera lo contrario, cuando tanto me costó ser yo contigo...
En fin, habría para escribir un libro, porque los pensamientos y la experiencia dan para mucho, los sentimientos marcarían todo lo que siento, pero no me siento con fuerzas para ello...
Lo peor es que quizás no gane la sensatez, ni la verdad, ni siquiera lo que todos querían...pero la cobardía es más fuerte a veces que sentirse libre para decidir, por triste que parezca...En estos momentos no quiero hablar más, me apetece que mis lágrimas den rienda suelta y tomen mi cara hasta llegar a mi cuello, y no quiero que ganen ni mi madurez ni mi sensatez, quiero ser un ser rabioso que se mosquea, que se enrabieta y que muestra su dolor, que patalea como cual bebé sin lo que quería, porque es como me siento, dolida en lo más hondo y rabiosa, pero con nada más que con el derecho al pataleo por delante...Quiero que mis ojeras delaten las horas de insomnio y las pocas ganas de comer o la poca fuerza que siento, me da igual todo en estos momentos si es lo que esperas escuchar...

domingo, 29 de mayo de 2011

Otra página en blanco...

La página de mi libro vuelve a estar en blanco, bueno por lo menos emborronada, pues a pesar de que quise escoger la mejor de las tintas para escribir mi historia, llegó el agua, con fuerza y viveza, y lo estropeó, diluyendo lo que con tanto esmero y cuidado había plasmado.
Y por mucho que he querido recuperar lo escrito, casi me resulta imposible, porque todos sabemos lo difícil que es escribir salvando la maldad del agua.
Y me pregunto si debo arrancar esa hoja estropeada de mi libro y volver a intentar escribir esa misma historia o dejarlo pasar, intentar conservar sólo lo que mi memoria alcance a recordar. Quizás siempre queda la duda de pensar que no aposté fuerte por hacer posible que esa historia estuviera a salvo del agua y su vitalidad, creí que había adquirido una buena tinta para dejar constancia en el papel la alegría que recorría mi cuerpo, la felicidad que sentía por momentos, lo importante que me llegué a sentir, por lo menos no sentirme transparente, pero parece que no era el momento de rellenar una hoja con tonos alegres y por eso el agua la estropeó.
Quise recoger en aquella página en blanco que tenía una esperanza, que me apetecía empezar de cero y dejar que algo bueno me invadiera, invadiera todo mi ser, y casi negándome a creerlo, quizás la soberbia me pudo, me dejé llevar por el entusiasmo y de nada sirvió pretender ir con pies de plomo, porque resultó que ese pequeño brote verde de alegría era sólo un acto reflejo que llegaba de la felicidad de otra, no de la mía.
Cuantas veces quise, en un intento de ser yo misma, levantar mi coraza, pero si no fui capaz tan pronto, por lo menos dejé constancia  de que existía un caparazón duro de roer pero que estaba dispuesto a hacer débil, pero nunca jugué con las mismas arma en esta batalla.
A pesar de creerme ganadora, aunque el camino no fuese fácil, pensé que querías que así fuera, pero me engañaste y me diste la espada sin afilar, para que acabara derrotada delante de todos los que tenían ya conocimiento de esta batalla. Y en el fondo me da por pensar que la responsable soy yo, porque a pesar de tener siempre a mano mi caparazón, una vez más me confíe, porque pensé que venías de frente, y justo cuando hacía por dejar a un lado mi armadura, resultó que aprovechaste toda ocasión para dar donde más dolía.
Y no es el ego de sentirme tonta al abrirse a alguien sin más, sino la herida está en la confianza otorgada, esa que tanto me cuesta brindar, porque la sinceridad que di y pedí nunca fueron equilibradas. Di sin contemplación, a pesar de los miedos, aunque también intentando no creer en exceso que me tocaría a mi vivir un momento dulce y caí con mi soberbia y mi confianza, tropecé sin medida, haciendo que la herida sea mayor de lo que esperaba, pero es lo que tiene que dejara mi armadura a un lado, que ya mi integridad estaba en peligro. Si hubiera seguido aislada del mundo y de ti, en mi caparazón, quizás no me estuviera lamentando. Pero quizás es cierto que de todo hay que sacar la moraleja, aunque ahora mi aturdimiento no me deje pensar en ella.
O quizás quedara la duda de si hubiera merecido la pena intentar escribir o no con aquella tinta mi nueva página en blanco, pero se diluyó lo que intenté plasmar en mi libro y ahora no sé si debo continuar o simplemente cerrar el libro, poner tierra de por medio con mis sentimientos y esperar a un tiempo mejor para dejar que fluya algo de mi mente...
Supongo que toca reflexionar...

miércoles, 25 de mayo de 2011

Cuentas conmigo...

Si pudiera, erradicaría tu dolor, el que te oprime el pecho, el que siente precedente y hace que te vea como nunca, con la mirada brillosa, y no de alegría. Si pudiera, te diría que esto tendrá una solución sencilla, pero no estoy capacitada para hacerlo, por lo que sólo puedo tenderte mi mano, por mucha o poca responsabilidad que tenga, y creer con fuerzas que estamos en el camino correcto. No te puedo bendecir con una varita mágica ni hacer uno de esos conjuros que de pequeños hacían nuestras madres para que el mundo alrededor pareciera mejor de lo que es, pero sí puedo darte mi apoyo, puesto que cada opción que tomes, cada idea lanzada al aire y hecha realidad, obtendrá un apoyo por mi parte, porque creo que eres tú el que debe decidir, y el que debe apostar fuerte por lo que creas...pero sobre todo, que lo hagas con los pies en la tierra.
Nunca fue tan difícil ver a alguien a tu lado pensando que, cuando te atreves a intentar ayudarlo, está tan lejos, y así es como me siento, quizás porque yo no tengo esa posibilidad de mitigar el dolor, la angustia o la desazón de saber qué pasará y cómo se resolverá todo, pero ánimo, cuentas conmigo...

jueves, 19 de mayo de 2011

Abandonado

Ya sé que tengo abandonado el blog, que apenas le dedico atención, pero son tiempos complicados, por trabajoa básicamente, y estos meses están siendo algo turbulentos, con tanta campaña electoral, ruedas de prensa, Feria de por medio y culminando este domingo con las elecciones. Que no sé si será o no el fin de este calvario y este no parar, pero con todo, intentaré que, después de este día, que marcará supongo la vida de la ciudad en la que vivo, también poder dedicarme más a todo aquello que tengo abandonado, desde el blog, a los amigos, a mi familia o mis ideas y mis tormentos...en fin, todo, por eso no quiero pensar que tengo abandonado éste mi espacio, el que me ayuda a canalizar lo que, por cobardía, por falta de oportunidad o porque no se dan las circunstancias, no expreso habitualmente. Quien me conoce sabe que no tengo ese don de palabra, que la timidez y la sensatez hacen que me calle, por lo tanto, que mi medio es la palabra escrita, la pluma es mi arma para combartirlo todo, así que seguiré haciendo uso de ella en cuanto me dejen. Lo prometo...

sábado, 30 de abril de 2011

Cuando me caigo...

Cuando me caigo estás ahí; cuando me falta aliento, te encuentro a mi lado con una bocanada de aire en tus manos; cuando un hombro necesito para llorar, ahí andas cerca; cuando me hacen falta las palabras exactas, ahí te encuentro con ese consejo que me hace seguir adelante; cuando necesito un amigo, tu nombre también viene a mi mente, quizás porque eres con el que más horas paso y porque ya me has calado. Demuestras día a día que soy importante, que tengo que creer que valgo la pena y así quizás lo que quiero lo consiga...Me intentas hacer entender que soy diferente a los demás, pero igualmente valiosa, que mis condicionantes y mis cualidades, así como mis defectos, son los que son, pero que concretamente tú me quieres como soy, por eso voy a intentar seguir tus consejos, creo que cuando me leas sabremos ambos de que hablo, pero es cierto que necesito un respiro, desconectar y volver a poner en orden mi escala de valores, que anda un poco perdida, darme mis caprichos, pensar en mi, creer que merezco la pena, que no habrá quien pueda conmigo y no me pueden hacer daño porque yo no voy a dejar que nadie lo haga, valorarme por dentro, por fuera y todos los días...
Así que esos consejos me acompañarán, intentaré que sea todos los días al levantarme, para empezar el día con fuerza y con ánimos, pero como sé que también cuento contigo, siempre es un apoyo saber que...si descuelgo el teléfono, ahí andarás presto a ayudarme...y eso siempre se valora, y mucho, aunque yo no sea precisamente de demostrar todos los días lo agradecida que estoy o el aprecio y el cariño que te tengo...Pero espero que, cuando creas que no te valoro, y todo lo que conllevas, puedas leer esto y recordar que me haces mucha falta...
Pd: para el de los achuchoncillos virtuales de oso...

domingo, 17 de abril de 2011

Condena...

Condena a quien no quiso nunca ver una sonrisa en tus labios...
condena a quien te castiga con la indiferencia...
condena a quien no quiere lo mejor para ti...a quien se alegra de tus desgracias...
condena a quien no sabe mantenerte a su lado...
condena a quien se cree superior a ti, a quien cree que lo consigue todo con tener un cuerpo y una cara y no neuronas...
condena a quien no salva las distancias que le separan de ti para estar más cerca...
condena a quien no es capaz de reir contigo y llorar a tu lado, en definitiva, ser tu payaso y tu hombro dependiendo de las circunstancias...
condena al egoista...
condena a quien nunca ha estado dispuesto a dar nada por ti...a quien no quiere moldear eso que no te gusta al 100% y no te pide que hagas lo mismo...
condena a quien no te recuerda 24 horas al día...siete días a la semana...
condena a quien no tiene la palabra exacta, el consuelo, el consejo, la palmadita en la espalda, el calor, el cariño o lo que te haga falta en cada momento...
condena a quien sólo te quiere a su lado por no estar sólo de manera puntual...
condena a quien no sabe responder a tus preguntas...a quien no es capaz de preguntarse si le importas...
condena a quien tu amistad no le sirve más que para cinco minutos cada mucho...
condena a quien no te ve como una princesita...a quien no te ve con ojos de enamorado...con ojos de querer hacerte suya...
condena a quien, sabiendo que te importa, no es capaz de darte ni siquiera la mitad...
condena a quien se cree superior a ti...
condena a...así podría llevarme mucho...pero en definitiva, condena a todo el que no te hace feliz, el que no te saca una sonrisa, quien no te valora por lo que eres y no se da cuenta de tu potencial...y seguro que sale CULPABLE...

domingo, 3 de abril de 2011

Invisible

Me siento invisible ante ti y eso me hace débil, vulnerable hacia tu persona, porque quisiera cogerte la mano y decir todo aquello que atormenta a mi mente cada vez que te pienso, pero no puedo, ya no puedo seguir avanzando si me quitas de un plumazo de tu lado. No puedo culparme siempre de todo aquello que pasa pero también debo aprender a no intentar que sea haga realidad lo que no puedo conseguir, pero me siento tan impotente teniéndote ahí delante y sintiéndote tan lejos. Siento que complico las cosas contigo y me da rabia, pero creo que ya no hay marcha atrás, que las horas, los días y las semanas pasan y aquí me veo, en el mismo punto en que hace varios días. Pero más impotencia me causa no saber qué pasa por tu cabeza y encima no tener la oportunidad de poder preguntártelo para saberlo, sentir que la incertidumbre se apodera de mi, puede más que yo...Lamento si te causo molestias...pero no sé cambiar mi forma de ser, ni puedo cambiar mi actitud...pero lo siento...

miércoles, 30 de marzo de 2011

Pensar y no actuar o no pensar y actuar...

Parece que siempre la cuestión está entre pensar y no actuar o no pensar y actuar, siempre la eterna duda, porque al final te tiras a la piscina y resulta que nunca el final de esa piscina se acerca siquiera a lo que pensabas que sería...pero parece que cuando pensaste o no pesaba más el sacar de dentro de ti aquello que te oprimía, pero mira por donde, una  vez más no fue así. Pero cuando rebobinas y vuelves a ese minuto uno, al de pensar o no pensar, siempre pesa más el querer solucionar las cosas y sobre todo, dormir con la conciencia tranquila de haber dicho las cosas claras, porque parece que eso de la sinceridad en pleno siglo XXI no es factible, de boquilla todos queremos sinceridad pero a la hora de la verdad todos (o casi todos, la mayoría), parece que huyen de esa sinceridad que yo por lo menos entiendo necesaria...
Y así pasan los días con incertidumbre, porque tu paso adelante se vuelve paso atrás, porque si actuaste, si te pusiste en manos de alguien, si te diste por resuelto en ese momento llamado X, resulta que no sirvió para nada, y ahora no vale arrepentirse, porque tú eres así, porque decidiste actuar en vez de pensar y dudar, y al final no salió, y supongo que no merece la pena pensar qué habría pasado si la solución hubiera sido tomar el otro camino (puesto que sólo se me ocurren dos, no más), porque si antes decidiste no comerte la cabeza, ahora tampoco...
Entristece ver que nunca el final de ese camino que quisiste emprender es el que buscabas, y muchas veces frustra saber que ni siquiera es la mitad de lo que pretendías, y casi te piensas una incomprendida, alguien que no encuentra su sitio, que no cuaja, que siempre quien te parece lo mejor es todo lo contrario, te decepcionas...y te preguntas si por la actitud de la gente o eres tú la que la provoca...
En fin...como no merece darle vueltas, igualmente lo escrito, escrito está y es mejor no mirar atrás ni tan siquiera para ver si has cometido fallos ortográficos. Ahí queda...

miércoles, 23 de marzo de 2011

Cuando algo se tambalea...

Alguien me dijo una vez que era el vacío lo que le hacía escribir y yo me estoy demostrando que, cuando tengo algo que me oprime o me entristece, ahí están mis ganas de escribir. Creo que, para nadie que me conozca, es desconocido eso de que estos días paso por una situación complicada. Son esos días en que todo se te acumula, todo te cansa, te hastía y parece que nada de lo que haces tienes sentido, porque no quieres trabajar, sino descansar, no te quieres callar sino ser sincera, no quieres estar aquí porque prefieres estar allí, quieres decir todo lo que sientes porque crees que pierdes el tiempo...pero al final tienes la sensación de que todo lo que haces para intentar cambiar esa situación se vuelve en tu contra, y eso si que no me gusta, porque pretendo hacer lo mejor para mi, pero también para las personas a las que afecto con mi situación, y parece que nunca lo consigo, siempre doy con la tecla equivocada y ya estoy cansada de ser políticamente correcta, ser siempre la complaciente, no poder gritar, expresarme, ser todo lo contrario a lo que se espera de mi, pero al final no me resulta, a mi liarme la manta a la cabeza y ser más expresiva no me sirve, acabo siendo la del día anterior o la semana pasada, la que no había dicho nada, la que no había abierto la caja de pandora...porque mis esfuerzos no tienen recompensa...Pero mi angustia o mi pena siguen ahí...

lunes, 14 de marzo de 2011

Recordar o no...

Hay veces que no sé qué es mejor, recordar o no. Hay casos en los que está muy bien, para no olvidar una cara, una idea, un pensamiento, un sentimiento e incluso una historia, presente o pasada, pero hay otras en las que traer al momento actual algo que no te apetece sólo te hace daño, más daño si cabe del que ya causara en su día, pero parece ser que es una de las terapias más recomendadas, sobre todo por los que están a tu alrededor, porque te hace sentirte mejor, aunque no sea en el instante de rememorar, y te libera y descarga, y vuelves a dar un nuevo prisma a eso que te acongoja y te duele...
Y al final resulta que sí, que es una buena terapia, pero mientras realmente tú no quieras que funcione, por mucho que todos a tu alrededor se esmeren en preguntar y en quitar hierro al asunto, a tí ese recuerdo que traes del pasado te seguirá pareciendo el peor, el más horrible y por el que no merece la pena volver a pasar, con nadie...y por nada...
Pero sí, hay nuevas oportunidades y merece la pena volver a equivocarse si repetir eso te trae felicidad, y quien sabe, a lo mejor algún día sea felicidad para siempre...no con otros recuerdos desagradables que intentar borrar o eliminar de tu pensamiento...
Puedo hablar con esto de muchas cosas, muchos recuerdos, muchos momentos, y muchos temas distintos, supongo que a quien lo lea le sonará a algo distinto, por eso mejor no poner apellidos a esos recuerdos, porque es mejor que cada uno le ponga el adjetivo que mejor le venga en la situación por la que atraviese...pero que le sirva de terapia..

viernes, 11 de marzo de 2011

De auténtica vergüenza

A ver cúando esta ciudad se levanta, pero todos sus ciudadanos a una, para levantar el Carnaval. Porque al final El Puerto vuelve a salir a la palestra por algo que a mí me avergüenza. Que haya agrupaciones que antepongan la envidia o el individualismo al realce de esta fiesta me hace comprender por qué el Carnaval de mi Puerto está donde está, en plena agonía año tras año y no codeándose con lo más granado de la provincia, es decir, el de la capital, el que mama el gaditano.
Al final es cierto que importa más destacar, quedar por encima, machacar al contrario, que poder sentirnos orgullosos de un simple reconocimiento que el Ayuntamiento pretendía hacer a una agrupación, La Carnavalera, que ha estado ahí todos años, dando el callo, respondiendo a la petición unánime de aupar el Carnaval, dejándose su autor el alma en escribir letras exclusivas para El Puerto y su concurso, lo que no hace ninguna otra agrupación.
Y yo era de las que pensaba que Raúl Villanueva, a pesar de su juventud, contaría con el apoyo de los viejos del lugar para terminar de despegar, y ahora sé que me equivoco, porque la rivalidad está por delante, pero sinceramente, creo que a este joven no le hace falta el apoyo de ninguno de los que se llaman grandes, o no tan grandes, porque al final demuestran que están ahí por un premio, por el dinero, y por engrandecer su ego, pero no por lo que importa, levantar el Carnaval.
Por eso creo que tú tienes mucho futuro, que tu agrupación siempre gozará del aplauso verdadero, del que sabe que no te rindes y valora tu valía y tu esfuerzo, el que cree que defiendes a muerte la fiesta de tu ciudad, aunque como a buen carnavalero, te guste saborear las mieles del Falla, del templo de los ladrillos coloraos, por ello, sigue con tu frente bien alta, que tienes todo un futuro por delante y mucho que demostrar, sin necesidad de tener un nombre o un apellido que te abra puertas, que si ya habías demostrado en estos ocho años que tus letras ya lo hacían, ahora más si cabe tu lealtad, tu sinceridad y tu buen hacer, porque has demostrado, pese a todo, que estás por encima de todo, que eres una gran persona.
Y también creo que la intención del Ayuntamiento es muy loable, es muy sincero que se quiera dar un reconocimiento a una agrupación que ha dado la cara por su Carnaval y que ha impulsado su concurso o su festival cuando otras no lo hacían, quizás porque era poco el nivel que se respiraba en la ciudad, por eso no entiendo por qué hay voces que para mi gusto no son envidiosas, sino malas, e intentan destruir toda buena semilla de Carnaval...
Confío en que en 2012 no haya que lamentar otra situación similar, y que sigamos viendo agrupaciones tan sinceras como la que este año se ha quedado sin final y sin reconocimiento, por culpa de unos cuantos...Porque si seguimos así, el Carnaval portuense nunca se recuperará...