Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



martes, 31 de mayo de 2011

A pasar página...

El sabor agridulce es inevitable pero reconforta saber que diste todo lo que pudiste, que te exprimiste por dar lo mejor de ti y que tenías mucho que demostrar, pero nunca te dieron la oportunidad, por eso dicen que es mejor pasar página, olvidar lo bueno y lo malo, lo que te hizo soñar esperanzada en poder avanzar. Aunque te cueste levantarte cada mañana y acostarte cada noche, sobre todo sin hacer que las lágrimas recorran tus mejillas, debes hacerlo, pensar que tú no pierdes, sólo diste a quien no supo merecerte, a quien no supo degustar las mieles de una persona entregada, cariñosa (aunque no lo demuestre) y con mucho que ofrecerle, a quien no supo ver que el pasado era tristeza y el presente a tu lado se traducía en risas, alegría, momentos que pasaban como un leve aliento pero que después en la memoria se traducían en horas de momentos estupendos, de los que gusta repetir...Te topaste con un cobarde que pretende engañarse toda la vida y que no supo valorarle, que prefirió no disgustar a nadie a echarte de menos, a hacer que todo sea distinto de lo que imaginaste e imaginó...Efectivamente parece que es mejor dejar la página emborronada y con tachones incluso, porque será una nueva página en blanco la que preceda a ésta, por escribir con algo nuevo y bueno...algo que esté a tu altura, porque evidentemente eso que te ha hecho anclarte en el pasado no lo está...
Sabor agridulce, pena en mi voz y rabia en mi interior, así es como me siento, porque no puedo cambiar el curso de las cosas, porque todo está decidido y no fui más que un juguete en tus manos, una distracción que ahora resulta juguete roto, estropeado por el mal uso de quien no supo valorarlo...Porque hubiera dado mucho o poco, daba igual, todo estaba decidido, tú así lo decidiste y dejaste que creyera lo contrario, cuando tanto me costó ser yo contigo...
En fin, habría para escribir un libro, porque los pensamientos y la experiencia dan para mucho, los sentimientos marcarían todo lo que siento, pero no me siento con fuerzas para ello...
Lo peor es que quizás no gane la sensatez, ni la verdad, ni siquiera lo que todos querían...pero la cobardía es más fuerte a veces que sentirse libre para decidir, por triste que parezca...En estos momentos no quiero hablar más, me apetece que mis lágrimas den rienda suelta y tomen mi cara hasta llegar a mi cuello, y no quiero que ganen ni mi madurez ni mi sensatez, quiero ser un ser rabioso que se mosquea, que se enrabieta y que muestra su dolor, que patalea como cual bebé sin lo que quería, porque es como me siento, dolida en lo más hondo y rabiosa, pero con nada más que con el derecho al pataleo por delante...Quiero que mis ojeras delaten las horas de insomnio y las pocas ganas de comer o la poca fuerza que siento, me da igual todo en estos momentos si es lo que esperas escuchar...

domingo, 29 de mayo de 2011

Otra página en blanco...

La página de mi libro vuelve a estar en blanco, bueno por lo menos emborronada, pues a pesar de que quise escoger la mejor de las tintas para escribir mi historia, llegó el agua, con fuerza y viveza, y lo estropeó, diluyendo lo que con tanto esmero y cuidado había plasmado.
Y por mucho que he querido recuperar lo escrito, casi me resulta imposible, porque todos sabemos lo difícil que es escribir salvando la maldad del agua.
Y me pregunto si debo arrancar esa hoja estropeada de mi libro y volver a intentar escribir esa misma historia o dejarlo pasar, intentar conservar sólo lo que mi memoria alcance a recordar. Quizás siempre queda la duda de pensar que no aposté fuerte por hacer posible que esa historia estuviera a salvo del agua y su vitalidad, creí que había adquirido una buena tinta para dejar constancia en el papel la alegría que recorría mi cuerpo, la felicidad que sentía por momentos, lo importante que me llegué a sentir, por lo menos no sentirme transparente, pero parece que no era el momento de rellenar una hoja con tonos alegres y por eso el agua la estropeó.
Quise recoger en aquella página en blanco que tenía una esperanza, que me apetecía empezar de cero y dejar que algo bueno me invadiera, invadiera todo mi ser, y casi negándome a creerlo, quizás la soberbia me pudo, me dejé llevar por el entusiasmo y de nada sirvió pretender ir con pies de plomo, porque resultó que ese pequeño brote verde de alegría era sólo un acto reflejo que llegaba de la felicidad de otra, no de la mía.
Cuantas veces quise, en un intento de ser yo misma, levantar mi coraza, pero si no fui capaz tan pronto, por lo menos dejé constancia  de que existía un caparazón duro de roer pero que estaba dispuesto a hacer débil, pero nunca jugué con las mismas arma en esta batalla.
A pesar de creerme ganadora, aunque el camino no fuese fácil, pensé que querías que así fuera, pero me engañaste y me diste la espada sin afilar, para que acabara derrotada delante de todos los que tenían ya conocimiento de esta batalla. Y en el fondo me da por pensar que la responsable soy yo, porque a pesar de tener siempre a mano mi caparazón, una vez más me confíe, porque pensé que venías de frente, y justo cuando hacía por dejar a un lado mi armadura, resultó que aprovechaste toda ocasión para dar donde más dolía.
Y no es el ego de sentirme tonta al abrirse a alguien sin más, sino la herida está en la confianza otorgada, esa que tanto me cuesta brindar, porque la sinceridad que di y pedí nunca fueron equilibradas. Di sin contemplación, a pesar de los miedos, aunque también intentando no creer en exceso que me tocaría a mi vivir un momento dulce y caí con mi soberbia y mi confianza, tropecé sin medida, haciendo que la herida sea mayor de lo que esperaba, pero es lo que tiene que dejara mi armadura a un lado, que ya mi integridad estaba en peligro. Si hubiera seguido aislada del mundo y de ti, en mi caparazón, quizás no me estuviera lamentando. Pero quizás es cierto que de todo hay que sacar la moraleja, aunque ahora mi aturdimiento no me deje pensar en ella.
O quizás quedara la duda de si hubiera merecido la pena intentar escribir o no con aquella tinta mi nueva página en blanco, pero se diluyó lo que intenté plasmar en mi libro y ahora no sé si debo continuar o simplemente cerrar el libro, poner tierra de por medio con mis sentimientos y esperar a un tiempo mejor para dejar que fluya algo de mi mente...
Supongo que toca reflexionar...

miércoles, 25 de mayo de 2011

Cuentas conmigo...

Si pudiera, erradicaría tu dolor, el que te oprime el pecho, el que siente precedente y hace que te vea como nunca, con la mirada brillosa, y no de alegría. Si pudiera, te diría que esto tendrá una solución sencilla, pero no estoy capacitada para hacerlo, por lo que sólo puedo tenderte mi mano, por mucha o poca responsabilidad que tenga, y creer con fuerzas que estamos en el camino correcto. No te puedo bendecir con una varita mágica ni hacer uno de esos conjuros que de pequeños hacían nuestras madres para que el mundo alrededor pareciera mejor de lo que es, pero sí puedo darte mi apoyo, puesto que cada opción que tomes, cada idea lanzada al aire y hecha realidad, obtendrá un apoyo por mi parte, porque creo que eres tú el que debe decidir, y el que debe apostar fuerte por lo que creas...pero sobre todo, que lo hagas con los pies en la tierra.
Nunca fue tan difícil ver a alguien a tu lado pensando que, cuando te atreves a intentar ayudarlo, está tan lejos, y así es como me siento, quizás porque yo no tengo esa posibilidad de mitigar el dolor, la angustia o la desazón de saber qué pasará y cómo se resolverá todo, pero ánimo, cuentas conmigo...

jueves, 19 de mayo de 2011

Abandonado

Ya sé que tengo abandonado el blog, que apenas le dedico atención, pero son tiempos complicados, por trabajoa básicamente, y estos meses están siendo algo turbulentos, con tanta campaña electoral, ruedas de prensa, Feria de por medio y culminando este domingo con las elecciones. Que no sé si será o no el fin de este calvario y este no parar, pero con todo, intentaré que, después de este día, que marcará supongo la vida de la ciudad en la que vivo, también poder dedicarme más a todo aquello que tengo abandonado, desde el blog, a los amigos, a mi familia o mis ideas y mis tormentos...en fin, todo, por eso no quiero pensar que tengo abandonado éste mi espacio, el que me ayuda a canalizar lo que, por cobardía, por falta de oportunidad o porque no se dan las circunstancias, no expreso habitualmente. Quien me conoce sabe que no tengo ese don de palabra, que la timidez y la sensatez hacen que me calle, por lo tanto, que mi medio es la palabra escrita, la pluma es mi arma para combartirlo todo, así que seguiré haciendo uso de ella en cuanto me dejen. Lo prometo...