Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



miércoles, 30 de marzo de 2011

Pensar y no actuar o no pensar y actuar...

Parece que siempre la cuestión está entre pensar y no actuar o no pensar y actuar, siempre la eterna duda, porque al final te tiras a la piscina y resulta que nunca el final de esa piscina se acerca siquiera a lo que pensabas que sería...pero parece que cuando pensaste o no pesaba más el sacar de dentro de ti aquello que te oprimía, pero mira por donde, una  vez más no fue así. Pero cuando rebobinas y vuelves a ese minuto uno, al de pensar o no pensar, siempre pesa más el querer solucionar las cosas y sobre todo, dormir con la conciencia tranquila de haber dicho las cosas claras, porque parece que eso de la sinceridad en pleno siglo XXI no es factible, de boquilla todos queremos sinceridad pero a la hora de la verdad todos (o casi todos, la mayoría), parece que huyen de esa sinceridad que yo por lo menos entiendo necesaria...
Y así pasan los días con incertidumbre, porque tu paso adelante se vuelve paso atrás, porque si actuaste, si te pusiste en manos de alguien, si te diste por resuelto en ese momento llamado X, resulta que no sirvió para nada, y ahora no vale arrepentirse, porque tú eres así, porque decidiste actuar en vez de pensar y dudar, y al final no salió, y supongo que no merece la pena pensar qué habría pasado si la solución hubiera sido tomar el otro camino (puesto que sólo se me ocurren dos, no más), porque si antes decidiste no comerte la cabeza, ahora tampoco...
Entristece ver que nunca el final de ese camino que quisiste emprender es el que buscabas, y muchas veces frustra saber que ni siquiera es la mitad de lo que pretendías, y casi te piensas una incomprendida, alguien que no encuentra su sitio, que no cuaja, que siempre quien te parece lo mejor es todo lo contrario, te decepcionas...y te preguntas si por la actitud de la gente o eres tú la que la provoca...
En fin...como no merece darle vueltas, igualmente lo escrito, escrito está y es mejor no mirar atrás ni tan siquiera para ver si has cometido fallos ortográficos. Ahí queda...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!