Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



jueves, 22 de septiembre de 2011

De lejos...

Hay veces que me gustaría pasar por delante de lo que me ocurre como mera espectadora, como alguien que pone una película y la va viendo suceder, e incluso poder hacer que los fotogramas pasen rápidamente para ver si hay un final feliz. Puesto que hay historias que se ciernen a ti como un mal sueño, como una pesadilla en este caso, y no te dejan avanzar. Y necesitas avanzar, pero antes querrías saber cuál es la fórmula para hacer que se alejen de ti, por eso me gustaría poder ser cualquiera, y no yo, para adinivinar cómo terminará.
Por mucho que me lo proponga, hay escenas, comentarios y situaciones que no se borran, que no se olvidan, que son crueles, porque vuelven cuando menos las esperas, cuando menos las necesitas, como un castigo. Hay momentos en que soy capaz de sacarlos de mi cabeza, porque creo que si esas historias no acabaron bien, sería por algo, pero hay otras en que pienso que no fui lo suficientemente valiente, aunque me creo ganadora porque no he necesitado esconderme ni esconder lo que quiero o lo que siento, pero en cambios otras veces me siento desdichada, porque además no hay un motivo que me haga avanzar sin mirar atrás.
No sé si quiero volver atrás, pero muchas veces me apetecería volver al pasado cercano, o no tanto, y cambiar algunas cosas, y no tener que arrepentirme, como lo hago a veces, de no haber sido capaz de decir, mostrar, hacer realidad aquello que me hubiera gustado hacer. Porque no siempre actuamos como queremos, sino como creemos correcto, y ahí yo, por lo menos así lo he aprendido con los meses o con los años, me siento cobarde, pero aprendes la lección y eso sí lo da el tiempo, no pensar en nadie, ni en los daños colaterales, ni en quién es la víctima o el verdugo, sólo en lo que quiero, y mover montañas si hace falta para conseguirlo, porque a la vista está que nadie me ayudará ni muchos menos me allanará el camino, los obstáculos los tengo que salvar yo, pero de manera egoista. Y si lo hubiera hecho, quizás a estas alturas dejaría de preguntarme cosas.
Pero pasan tantas preguntas por mi cabeza aún. Y si pones a contar, no hace tanto tiempo, o sí, pero vivo atrapada, supongo, en una realidad paralela que siempre me dice que no hice lo suficiente, y otras que sí, que no dejo claro mi terreno, o sí, que no sé pelear como debo por lo que quiero, o sí...y así todo lo que me plantee. Entro en un bucle de dudas que no se me resuelven y que nadie resolverá, que es lo peor del asunto, porque no tengo a quien acudir para poder despejar mis dudas, porqeu no hay nadie que quiera hacerlo.
Ilusa soy porque aún espero que aparezcas por esa puerta y pueda saber lo que pasa por tu cabeza, eso que supongo que todos queremos hacer cuando hay alguien que no es claro contigo, pues eso quisiera yo. Meterme en tus pensamientos, aunque supongo que podría llevarme una sorpresa desagradable, visto lo visto.
Miedo tengo de encontrarme contigo o ni tan siquiera con tu rastro. Me pongo nerviosa y no sé actuar. Porque realmente nadie me ha enseñado a actuar en esta situación complicada. Y creo que al igual que yo, te puedes sentir tú, aunque lo descarte rápidamente. Lo distinto entre tú y yo es que tú sabes lo que quieres y así lo decidiste, y a mí desde aquel día todo me parece extraño, raro. Y no es tanto lo que pueda sentir por aquello que nunca fue, que nunca empezó o que tuvo un tímido guiño de empezar pero que se quedó en amago, sino como la forma en que han transcurrido las cosas. Que hay veces que incluso parece que soy culpable de algo que no sé si entiendo.
Hay tantas preguntas que me gustaría solucionar, y que supongo que no puedo. Una oportunidad así no tendré nunca, aunque ya lo quisiera...

4 comentarios:

  1. A todos nos gustaría haber actuado de otra manera después de una situación de la cual no estamos contentos o satisfechos con el resultado.

    ResponderEliminar
  2. Hay veces que las personas no nos contestan a las preguntas que nos hacemos... eso es ya una respuesta en sí misma. Mi compañero siempre dice: "Nadie nos pertenece" y es verdad, no se puede obligar a alguien a que nos de lo que queremos y cuando lo necesitamos, a que actue como haríamos nosotros o que se separe de nuestras vidas cuando tenemos planeados mil planes. "Nadie nos pertenece" de igual forma, "No pertenecemos a nadie", somos libres. Ten encuenta que no está lejos el día en que tú fallarás a alguien, por muy buenas intenciones que tengas. Besos!!!

    ResponderEliminar
  3. Cierto que yo fallaré, como ya lo habré hecho, muchas veces...pero hay veces que te parece tan obvio que necesitas o alguien necesita una explicación, un por qué, una razón, que parece triste hasta pedirlo, pero cuando no lo recibes, te sientes un poco choff..o decepcionado...pero llevas razón...un besito

    ResponderEliminar

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!