Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



lunes, 1 de julio de 2013

Cóctel de emociones...

Yo soy así, un cóctel de emociones, una montaña rusa, que aspira a ir en línea recta, pero es imposible. No sé si la euforia me va a invadir mañana cuando me levante, por cierto con el pie izquierdo, que es mi pie bueno (soy zurda, sí) o en cambio estaré cabreada con el mundo.
Soy de esas personas que pretende tener todo cerrado, todo supervisado, pero las emociones y los sentimientos no se pueden controlar, no se pueden meter en un saco e ir sacando los que te convienen en un momento u otro. Pero eso sí, no es que no le ponga ganas, pero de vez en cuando encuentras trabas por el camino, y eso es imposible de controlar, también, no depende de mí.
Por eso mis emociones también van cambiando...Y el día es muy largo, por eso hoy puedo estar más cerca de un extremo que de otro, y al segundo, o al minuto, o mañana, o pasado, en el otro, en el opuesto. Así soy yo. Y creo que no tengo remedio.
Ya me he acostumbrado a ser una montaña rusa que intenta controlarse, que intenta construir una línea recta. Pero después pienso, ¿no será excesivamente aburrido vivir en una línea continua, recta y que te lleva a un camino seguro? Sólo voy a vivir una vez, por desgracia, por eso quiero que mis emociones afloren, estén a flor de piel si hace falta, o se escondan porque hoy no quieren salir de paseo, o simplemente sean como tengan que ser, como me apetezca, como me pida el cuerpo, sin que nadie juzgue si es mejor o peor mi actitud. 
Quizás, tú que me juzgas o peor aún, me prejuzgas, tienes una actitud que a mí no me gusta, pero puedo respetarla. Quizás tú seas de manera distinta, pero ni tú ni yo somos mejores, simplemente, diferentes. Respétame y yo haré lo mismo contigo. Así funciono, así funciona la vida, o debería...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!