Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



sábado, 23 de noviembre de 2013

Germán, en el campo

Mamá prometió a Germán que el fin de semana irían al campo, a aquel que ve por la ventanilla del coche cuando pasan camino del centro comercial.
Pero en los últimos días ha llovido, por eso mamá ha intentado convencerlo para que se divirtieran de otra manera, porque el pinar al que iban a ir estará anegado. Pero Germán no da su brazo a torcer y tras una considerable llantina consigue que mamá, su hermano Pablo y él, se pongan en camino. Mamá sólo piensa que sola será imposible estar pendiente de los dos, y es que papá está trabajando hoy.
-¡A ver cómo volvemos a casa!- suspirá mamá. 
El primer descuido de mamá, mientras ataba el cordón de la zapatilla a Pablo, sirvió para que Germán se metiera en un charco, lo que ha supuesto que el barro alcanzara su ropa, superando hasta la marca de sus botas de agua. Mamá se ha enfadado y ha reñido a Germán que, dice, no lo volverá a hacer. Tras la riña, le pide a Germán que tenga cuidado con los charcos que se han formado por la lluvia, pero al intentar jugar con Pablo a la pelota, ésta cae en un charco y se llena de barro, lo que supone que Germán se pone a llorar al ver su pelota sucia. 
En esta ocasión no hace falta que mamá diga nada. Es Germán el que le pide que limpie su pelota y se vayan a casa. 
Parece que Germán ha comprendido que mamá tiene razón: si llueve el pinar está lleno de barro y es mejor ir al parque, donde puede jugar sin que su pelota se ensucie y puede echar carreras con la bicicleta y ganar a Pablo. 


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