Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



martes, 27 de mayo de 2014

Germán se hace mayor

Germán ha vuelto. Hace meses que anda perdido, y es que se ha vuelto algo más presumido desde que siente que es mayor.
Algo mayor no son más que casi cinco años, pero comparándose con su hermano pequeño, Pablo, se siente todo un hombrecito al que éste quiere imitar en sus actos. Y eso, como a cualquiera, le sube el ánimo.

-Pablo, la zapatilla no se chupa. Te voy a enseñar a atarte los cordones. A mí la seño María me ha enseñado ya-, escucha mamá que le dice Germán a Pablo. Y siente tanta curiosidad que se pone a espiarlos desde la puerta del salón.
Pablo, ensimismado con lo que hace su hermano, sólo atina a reirse y a intentar coger el cordón, mientras Germán se esmera para mostrar a su hermano cómo se hace el lazo. Pero al par de minutos se da por vencido.
-Puff Pablo, eres imposible- escuchar mamá desde la puerta. Intentando aguantar la risa, se va de nuevo del salón para dejar que los hermanos sigan trasteando.
Pero Germán ahora tiene una nueva misión. Como mamá le dijo que en un ratillo saldrían a la calle, se ha ido al cuarto de baño a lavarse los dientes. Cuando mamá le pregunta dónde está, contesta con la boca llena de pasta que lavándose los dientes. Y cuando mamá se dispone a entrar en el baño lo pilla intentando coger el bote de colonia de papá.
-Mamá, papá por las mañanas me deja que me eche colonia de hombres. Me deja su colonia para que huela bien. ¿Puedo?
Mamá sabe que tiene la batalla perdida, por eso deja a Germán coger el bote de colonia de papá, que efectivamente hace unos días recargaron con perfume de bebé, y se lo deja, mientras asiste atónita al baño que Germán se da en colonia. Y una vez perfumado, le pide a mamá que lo peine, y exige que se vayan a la calle...
-Mamá, vamos a la calle, yo estoy listo, espeta Germán.
-Necesitamos cambiar el pañal a Pablo y echarle colonia, responde mamá.
-Puff, venga mamá, Pablo es un bebé y es muy lento, no podemos esperarlo siempre...
Y ahí queda otra nueva batalla que mamá tiene que librar con Germán, explicar que su hermano no es tan independiente como él y necesita de los cuidados de mamá y papá, e incluso los suyos, puesto que es el hermano mayor...

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