Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



domingo, 15 de enero de 2017

Se te olvidó decirlo...

Solo querías divertirte. Pero se te olvidó decirlo, verbalizarlo. Y yo solo quería conocerte y hacerte un hueco. Nunca pensé que tu mirada me dijera que solo querías pasar un rato y luego marcharte. Y de hecho, no me lo dijo.



Aquella noche, la primera de pocas, temí que hubieras conseguido lo que te proponías y no volvieras. Pero al día siguiente llegó tu mensaje, ése que me daba a entender que no querías desaparecer, sino estar.

Solo querías entretenerte, que fuera una estación intermedia hacia tu objetivo. No querías estar como pensaba. Pero se te olvidó decirlo, verbalizarlo. Y yo solo quería dar asos y avanzar, sin pensar, pero disfrutando de cada momento, del camino.

Solo querías pasar sin dejar huella. Pero se te olvidó decirlo, verbalizarlo o hacérmelo sentir. Hiciste que me sintiera especial. Y yo solo quería, sin ser espectacular ni perfecta como aquellas que te quitan el hipo, sentirme querida, deseada y única, entre tus brazos.

Queríamos algo tan distinto, intuyo aora, que ni explicaciones he merecido. Yo he dicho y expresado, de una u otra manera, todo lo que sentía en cada momento, tras unos días de reticencia. Y cuando pensé que algo echaba a andar, lo paraste. ¿Por qué? No lo sé. Sé que lo olvidaré, aunque hasta entonces me torturaré con la pregunta o preguntas que me rondan.

¿Por qué? Ése es mi castigo por confiar...Y ahora que he sentido la indiferencia de tus ojos, porque sé que me has visto como yo a ti, sé que en ningún momento te importó conocerme o no. Tú querías no sé qué y yo, otro no sé qué. Pero se te olvidó decirlo para que ambos jugáramos con las mismas reglas. Pero no fue así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!