Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



domingo, 21 de junio de 2015

Aquel viejo café

Casi cuando caía la noche, como siempre, se citaron en aquel viejo café que poca gente visitaba y que era difícil dilucidar cómo seguía abierto...
Pero esa noche todo era distinto. Ambos lo sabían, aunque ninguno se propuso que así fuera. Pero cada uno tenía ese presentimiento de que el fin estaba cerca, a pesar de todo.
A pesar de que su amor era pleno y que sus encuentros solo hacía avivar la llama de lo que sentían el uno por el otro. Pero esa noche sería la última...

Se habían acostumbrado a dejar su amor aparcado en aquel café, en el que lo daban todo el uno por el otro, pero habían decidido, casi sin hablarlo, que se tenían que esconder del mundo, al considerar que, una vez se supiera que estaban juntos, la gente comenzaría a contaminar su relación. Y era algo que ninguno quería, no querían correr ese riesgo
Pero en cambio, no fue la sociedad, o la gente más cercana, o la que pasaba por la calle, la que juzgó su amor, pero ellos fueron los peores elementos contaminantes del mismo. 
Al final consiguieron, sin quererlo, ser más perjudiciales para su amor que los demás. 
Pero no hizo falta verbalizarlo. Con lágrimas en los ojos disfrutaron de aquel café, capuchino para ella y con leche para él, el último café, y se abrazaron casi sin decir palabra. Porque a esas alturas no hacía falta. No era necesario.
Pero antes de marcharse, ella sí quiso decirle:
-Esto no es una despedida, esto no es el final. Espero que nos volvamos a encontrar, porque el amor que siento por ti siempre perdurará en mi interior. 
Declaración de intenciones de lo que sentían ambos, por eso simplemente pusieron un punto y aparte, porque la historia podía cambiar, la historia de amor que habían vivido podía emerger de las tinieblas para ser tan real como la de otras parejas que se habían cruzado en la calle, mientras, cada uno por su lado, acudía a ese viejo café.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!