Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



lunes, 22 de junio de 2015

El bus de tu vida

He leído una frase que me ha hecho reflexionar. Quizás yo sea de esas personas que se preocupan en exceso por quién está, quién no y quién por qué motivo o por qué otro. Sí, así soy yo. No lo puedo evitar. 
A veces el tiempo te da una respuesta y otras, simplemente hace que la gente se esfume, sin saber por qué. En algunos casos ese trance te duele, mucho, y en otros casi ni te das cuenta y lo agradeces. 
Y al hilo de esa situación se me ha ocurrido un pequeño relato:

Casi con una metáfora, Ana analizó su vida, echó la vista atrás y también hacia el futuro, con una retrospectiva que le hizo darse cuenta de que había luchado lo suficiente porque él continuara en su vida. Si había permitido que tuviera un asiento en el bus de su vida. Pero no sabía qué pasaría mañana. No estaba segura de si sería capaz de aferrarse a él con tanta fuerza como le pedía el cuerpo, con tanta fuerza que incluso cupiera la posibilidad de hacerle daño de tan fuerte como pudiera apretarlo. 
Pero también le surgió una duda, la cuestión no era si había luchado mucho o poco, sino si lo había demostrado. Y fue entonces cuando se preguntó si habría estado en lo cierto, si habría expresado tantas veces como lo había sentido que le quería y cuánto; si cada amanecer en que su primer pensamiento había sido él se lo había dicho; si había enviado por wassap esos corazones que le surgían cuando pensaba en su nombre; o si le había dicho que, mientras estudiaba, en el papel con el que hacía garabatos también ponía sus nombres unidos hasta no poder más; si había aprovechado cada momento en que había estado junto a él; si le había dado todos los abrazos que le había pedido el cuerpo; y si sus enfados habían sido suficientes para enfriar su relación...
Todas esas dudas, y más, surgieron en su mente y comenzó a pensar en todo lo que había hecho durante esos años, si había agotado las posibilidades de demostrar todos los días que era el hombre de su vida...Si había sido capaz de combatir a la rutina, de luchar contra ella y no dejarla entrar en su vida en común...
Pero con ese pensamiento, en la cama, cayó rendida tras un duro día de estudio y trabajo, combinados a partes iguales...

Pd: supongo que es buen momento de recapacitar si todas aquellas personas que están lo están por algo que has hecho, significante o no, y los que no están, preguntarse por qué...

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