Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



martes, 7 de junio de 2016

Un día largo

Hoy he vivido un día largo, como otro cualquiera, pero éste además sazonado con una mezcla brutal de sentimientos y sensaciones: alegría y pena; tristeza y rabia; coraje y entusiasmo...

Un día señalado para alguien a quien quiero. Me puedo permitir el lujo de decir que te quiero (me da igual si no me lees y no te llega, espero que lo sepas). Has formado parte de lo que soy hoy, y lo formas veinte años después, y lo que te ocurra, o mucho de lo que te ha ocurrido a lo largo de este tiempo, lo he vivido de cerca y como si me ocurriera a mí. Hoy hemos recordado algunas de esas cosas, algunas de esas vivencias...

Un día que nadie quiere vivir, que nadie quiere que llegue. Desgraciadamente habrá planeado mucho en su destino y tenía que ser. Pero estoy segura que se ha ido con mucho cumplido, con mucho vivido y sabiendo que te quedas como el hombre de la casa, como el que va a cuidar de su familia. Eso lo tengo claro.



Y hoy ha sido un día de compartir tu dolor y el de tu familia. Poco tiempo, el que me han permitido las circunstancias, pero te vuelvo a repetir (aunque no me leas) que estoy aquí para lo que necesites. Te tiendo mi mano, te ofrezco mi hombro, toda ayuda que te pueda dispensar, está a tu disposición.
Porque has formado parte de mi vida y lo sigues haciendo, aunque en menor medida. Pero lo sigues haciendo, y eso me alegra. Quizás los viajes que hoy he dado en coche me han dado para pensar en todo un poco.

Me he acordado de muchas anécdotas vividas contigo. Casi cuatro años, de buenos momentos, de cosas que recordar, de pequeños retazos que meter en una caja (y que aún conservo), de algunas otras que eliminar de la memoria...

Estoy segura que haber pasado cuatro años de mi vida a tu lado me han hecho ser parte de lo que soy. Y no lo digo por decir. ¿Me gustaría tanto Cádiz si no fuera tu ciudad natal? ¿Si hubiera venido tanto contigo? ¿Sería aficionada al Cádiz CF si no hubiera vivido mis primeros partidos en Carranza contigo? Estoy totalmente convencida que esas dos cosas te las debo a ti. Era una niña cuando te conocí y parte de mi personalidad estaba por formar y eso te lo debo a ti.

Efectivamente era una niña y experimenté mil cosas preciosas contigo y el hecho de que pasáramos gran parte de nuestros días en tu plazoleta, en vuestra plazoleta, hizo que conociera perfectamente a los que te rodean. Por eso siento que hoy falte uno de ellos. Lamento con el corazón que no esté, con su sonrisa vergonzosa y tímida, su gran talante y su cordura, con sus pocas palabras pero acertadas. 

Esos viajes en soledad en el coche me han dado para hacer un repaso por tanto que hemos pasado.

No sabía cómo reaccionaría cuándo te viera. Esos viajes en coche me hicieron pensar cómo reaccionar, cómo hacerlo. Sencillamente me hubiera encantado fundirme en un largo abrazo contigo y decirte muchas cosas, pero en ese momento las palabras no salen, se agolpan en la garganta y no quieren ser, no quieren salir. Por eso ahora, con la tranquilidad de un papel en el que garabatear ideas, muestro todo lo que siento. Porque lo necesito y porque si algún día lo lees o te llega, espero que te haga esbozar una sonrisa. El abrazo estuvo, las palabras, no. Lo sabía. 

Me ha alegrado verte. Ojalá no hubiera sido en estas condiciones. Ojalá te vea pronto, en otras circunstancias. Ojalá podamos recuperar a esa pandilla que se reunía cuando era joven, adolescente, y vernos algún día. Me ha encantado ver a tu familia. Hacia mucho que no veía a algunos de ellos. Una pena haberlos tenido que ver en esta situación, pero por otro lado me alegra haberles podido dar un abrazo. Un abrazo sentido, no lo dudéis nunca. 

Han sido tantas cosas las vividas contigo. Quizás ni te llegue para saberlo, pero te aseguro que muchas. Muchas primeras veces, muchos experimentos de adolescentes, muchos sentimientos que aparecían por primera vez y se fueron transformando en sensaciones, en hechos...A veces me da por pensar que me hubiera encantado conocerte en otra época de mi vida, otras tengo claro que fue el momento idóneo. Porque estoy muy orgullosa de que fueras el primero. De que fueras la primera persona con la que compartir mi vida, aunque parezca que tan joven no se puede querer. Yo lo hice, y no me arrepiento de ello. 

¿Por qué todo esto? Porque todas estas cosas y más han pasado hoy por mi cabeza. Desde el momento en que me mandaste el mensaje, hasta el que he tenido la suerte de volverte a ver. Desde en el que se me pusieron los vellos de punta al que he disfrutado viendo a algunas personas. Desde el que he pensado y repensado qué decir hasta el que ha provocado que salieran las palabras, o no, o no todas las que necesitaba expresar. Desde el que hemos recordado algunas de las cosas vividas hasta el que he dado ese abrazo que puede que necesitara yo más que tú...

Aunque sean muchas las personas que están contigo, quiero que sepas (ojalá me leas, ojalá te lleguen mis palabras) que yo también estoy. Para lo que necesites...porque siento tu dolor como si fuera mío...Gracias por ser, gracias por formar parte de mi vida...

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