Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



miércoles, 1 de junio de 2016

No elegir es lo ideal

Lo ideal sería no tener que elegir. Porque siempre supone desechar, a alguien o algo. 
Elegir no mola, definitivamente. Porque siempre se te plantea una tesitura difícil de discernir. No siempre está claro con qué o con quién quedarte.
Cuando esa decisión no depende de ti, porque otros la toman de forma unilateral, sin consultarte, obviamente, no es que sea más fácil asumirlo. No te toca elegir, pero igualmente duele acatar lo que esa persona ha decidido. Si te dan una patada en el culo por otra persona, sincertamente, no hace la menor gracia. Pero siempre te queda el poder decir que tú no tomaste esa decisión, porque aquella persona, en ese momento, te importaba. Y quizás mucho, más de lo que imaginabas. Pero como dicen por ahí, c´est la vie. Jode saber que no eres la persona elegida, para lo que sea: para una relación, para una amistad, para compartir confidencias o en cambio una vida entera...Lo peor es cuando te cambian por otra persona. Eso es más difícil de asimilar que cuando eligen si una u otra. 

Cuando esa decisión, en cambio, depende de ti, puede ser igual de dolorosa. No siempre podemos estar al lado de quien nos gustaría. No todos los que encontramos en nuestro camino están dispuestos a andar o desandar con nosotros. Quizás aguantan por no incomodar, o por no tener que decir "ahí te quedas", o porque es fácil dejarse llevar. Pero llega un momento en que la situación es insostenible o te das cuenta que poco queda de los lazos que te unían a alguien y dejas que se marche. Quizás advirtiéndolo, haciéndoselo saber a quien sea, o bien sin decir nada, soltando ese lazo que os mantenía unidos. 
Porque elegir cuesta. Elegir es una tarea no apta para todos los seres humanos. Y es una decisión que duele. De eso quizás, tengo experiencia. Quizás soy yo la que provoca que la gente se marche, pero ni, evidentemente, siempre soy yo la que echa de mi vida a quien sea, ni siempre la gente es tan mala como apartarme. Eso sí, para bien o para mal, soy de esas que intenta darlo todo. Doy con igual intensidad si se trata de una relación o de una amistad, si se trata de chico o chica, si se trata de lazos familiares o que nada tenga que ver conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!