Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



martes, 12 de octubre de 2010

Cuando fallas...

Es muy difícil actuar cuando fallas a alguien a quien te importa, a quien, más o menos y según tu forma de ser y tu carácter, le has demostrado o eso crees, que le quieres y le aprecias, pero es complicado desandar tus pasos y volver al punto en el que sabes que has cometido un error. Pero bueno, mi estilo es, sin hacer ruido, intentar demostrar, pero poco a poco, que me arrepiento de haber actuado de esa manera.
Porque quizás no eche de menos el día que no hablo contigo, sino el que no peleo contigo por una tontería, el que no me cuentas de tus últimos amores, o de los primeros, o recordamos viejos tiempos, o me explicas algo del trabajo, o cómo, dónde y por qué de otras tantas cosas. Extrañar a alguien cuando está lejos no es difícil, pero saber que siempre ha estado ahí y ahora no, por tu culpa, no es fácil de digerir, pero como el que es consciente de que ha metido la pata tiene que resarcir su mala actuación, yo intentaré, sin mirar atrás, porque me parece de cobardes hacerlo cuando no tiene solución, confiar en poder ganarme de nuevo tu corazón, tu cariño y tus sabias palabras, porque no me imagino sin ti, y cada vez que pasa un día, siento que me pesa todo.
Pero todos tenemos derecho a equivocarnos, pero si nos importa la persona a la que hacemos daño, también tenemos que saber pedir perdón y como no lo he hecho hasta ahora, quiero que estas líneas lo sean. No sé si lo leerás o no, y aunque merezco cualquier castigo, no quiero una respuesta ahora o dentro de dos días, sino que poco a poco me dejes demostrar mi arrepentimiento, porque eres importante, porque fuiste parte de mi vida hace unos pocos años (mejor no recordarlo que me da hasta miedo saber cuánto hace que estudié), pero no con perdones y perdones de mil maneras, sino actuando como pueda o como sé para que vuelvas a confiar en mí. Por ello estoy aquí, por ello planto estas líneas en mi blog y por eso quiero que sepas que nada pasa en balde ni en vano, que tengo conciencia y en estos momentos es culpable, culpable desde hace unos meses, por supuesto, y quizás por otras tantas cosas pasadas, pero quiero que sepas que soy consciente de ello y…
Acepto mi castigo

4 comentarios:

  1. Brenda, son preciosas tus palabras. No sé qué habrá pasado, pero efectivamente, todos tenemos derecho a equivocarnos y con un arrepentimiento tan sincero, sea quien sea quien tiene que disculparte, debería hacerlo; no está el mundo como para perder a amigas como tú....Ánimo!

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  2. muchas gracias lucía, tú siempre estás ahi eh...pues bueno, he fallado a alguien muy especial para mi, pero estas palabras a lo mejor llegan tarde, pero digo yo que mejor tarde que nunca, gracias guapa

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  3. El arrepentimiento y el perdón, nunca llegan tarde, solo hay que saber desgranar y quedarnos con las cosas importantes. No se si el/la protagonista leeran tus palabras, pero espero que saltando entre web y web, dé contigo y se alegre al ver que a pesar de todo eres la de siempre... la de aquellos años.

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  4. a ver si es verdad que las lee y si no, se las haré llegar e insistiré

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¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!