Un ángel de la guarda...

Supongo que no soy la única que tiene esa sensación agradable de saber que alguien te cuida, alguien que no ves pero que evidentemente guía tus pasos y hace que el ahora y el presente pero también el futuro sea distino. No sé si podemos elegir a nuestro ángel de la guarda o a nuestro consejero invisible, pero sinceramente, yo creo que tengo varios, y cada uno me ayuda en algo distinto pero todos me dan la fuerza y la valentía que a veces me faltan. Si me hace flaquear el trabajo, ahí está quien dio su vida por esta profesión, si me duele cualquier problema del mundo personal, ahí están muchos de los que querían lo mejor para mí, por eso alejan a quienes no merecen estar ahí, y así sucesivamente...
Pero tengo claro quienes están presentes todos los días, en ese momento en que casi te caes en la calle y una fuerza que no sabes de donde viene te sujeta; cuando vas a decir lo que no debes y algo parece que te contiene; cuando crees que no das más de ti misma y al final te superas...y así sucesivamente...Y por suerte, valen más que muchos de los que me rodean, de los que sí están, de los que se pueden ver y palpar, pero con saber que esos que se fueron están porque no caen en el olvido, me basta...