Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



sábado, 20 de noviembre de 2010

Princesitas...

Érase que era una princesita llegada del futuro que se quedó sin su príncipe azul, pero que tenía a su lado a otra princesita sin trono ni alegría que intentaba ayudarla con su amistad, buscando al príncipe destronado, o al verde, amarillo o rojo, porque lo importante no es la tonalidad, sino la personalidad del mismo…
Las dos princesitas pasaban horas juntas, fíjate que hasta alquilaron un gran castillo abandonado como morada, allende los mares, en una preciosa ciudad rodeada de mar, sin llegar a ser isla pues estaba unida a tierra por un pequeño istmo. Un castillo enorme que no tardaron en reformar, pues se encontraba en muy malas condiciones, y a la que invitaron a sus muchos amigos, porque eso sí, aunque cada día tenía un objetivo en la vida (un amor no correspondido por así decirlo, una de ellas, la princesita del futuro, un niño rancio de alta alcurnia pero carácter complicado y pasado oscuro, y la princesita sin trono ni alegría otro chico de alta alcurnia pero joven y revoltosa personalidad, aún no asentado en el mundo de los adultos), compartían un montón de buenos amigos que no dudaron en ayudar y visitar a las dos princesitas en su nuevo hogar.
La princesita del futuro, todo hay que decirlo, no lo pasó demasiado bien cuando su príncipe azul desapareció, pero bueno, asumió muy bien su devenir (será porque viene del futuro y ya sabría que es lo que le depara ese tiempo que está por llegar), y finalmente se hicieron amigos, algo que a mí, la princesita sin trono ni alegría le hace mucha ilusión, porque aunque yo haya aparecido en esta segunda parte de la historia, ya conocía de primera mano la primera, ésa en que la princesita del futuro de ojos vivarachos y moderna vestimenta fue hasta el pasado a buscar a su principito, me causa mucha alegría. Pero bueno, no estamos para contar lo que pasó entre la princesita y el principito, así que a otra cosa…
Pues bien…dudas había muchas sobre cuál sería el devenir de estas princesitas, pero he de decir que no nos podemos adelantar a los acontecimientos, por ello habrá que esperar, y vivir el presente, para que se escriba el futuro, ése que intuyo que la princesita del futuro conoce un poco y la princesita sin trono ni alegría desconoce de manera absoluta.
Pues bien, en dicha ciudad de apariencia encantada y rodeada de mar conocieron a gente estupenda estas dos pequeñas criaturas. Una ciudad que hay que decir, ya se adaptaba a los nuevos tiempos, y no era tan pomposa y delicada como antaño, aunque aún conservaba vestigios de un tiempo pasado que fue mucho mejor, con fortalezas, murallas para protegerse del enemigo y preciosas playas con balnearios funcionales para el pueblo llano, pero que a la vez se erigía como una ciudad moderna, de ese tiempo del que procedían las dos princesitas, con puentes comunicadores, unos extraños tranvías que unen unas ciudades con otras, y unas vistas, eso sí, preciosas.
Las dos princesitas se acostumbraron a esta vida común, y aunque ya eran buenas amigas, con sus más y sus menos, lograron compenetrarse aún más, siempre intentando respetarse, ayudarse, comprenderse y apoyarse la una en la otra. En los malos momentos, que quizás en los últimos meses y semanas les parecieron muchos, por sus distintas situaciones vividas, fue cuando más se intentaron refugiar en la otra, a pesar de que no pudieran solucionar sus problemas (sobre todo los amorosos), y eso que no por falta de ganas, porque ambas se hubieran puesto delante del chico de alta alcurnia que le gustaba a la otra para aclarar la situación, e incluso haberlos convencido.
Pues bien…poco más se puede contar por el momento de estas dos princesitas, sólo que por el momento están solteras y orgullosas de su condición, y es que, deben asumir que el amor llega cuando llega y no cuando uno lo desea, por mucho que cierres tus ojos en busca de esa felicidad olvidada que parece lejana a ti, o que no te mereces. Bueno, la princesita del futuro es más fuerte, aunque la princesita sin trono ni alegría aparente ser un bloque sólido (como los del ancho y largo paseo del Campo del Sur de esa ciudad preciosa en la que están asentadas), pero que se desmorona con nada, pero las dos tendrán que seguir unidas para no ser abatidas por el temporal, ni los chicos de alta alcurnia, ni siquiera los de baja…
Ahora sólo toca esperar cómo suceden las cosas de ahora en adelante, aunque no signifique que las dos princesitas abran una etapa y cierren otra a su espalda. Pero sería bueno que las cosas comenzaran a rodar como quieren.

PD: no es un relato actual pero a quien va dirigido ya lo tiene en su poder y sabrá identificarlo...

2 comentarios:

  1. Soy la propietaria del relato, jajaja... la prota del cuento, soy la princesita del futuro, y m encantan todas las partes que m has escrito, gracias mojona

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  2. jeje...muy bien...lo has acertado...a ver si algún día me inspiro y sigo con ese relato ejeje...

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