Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



sábado, 1 de enero de 2011

Escribiendo 2011!

Hay uno momentos previos y otros posteriores, muy inmediatos, que se quedan grabados en la mente por un minuto antes de pasar de año y eso no quiero que se vaya de mi memoria, por eso lo reflejo.
A mí vinieron personas que no están, quizás por un simple comentario de mi madre, "tu abuela hacía los lazos muy bien", por la lazada del cinturón de mi traje. Y ahí es donde tu mente empieza a funcionar y a recordar a los que no están, que son varios, o muchos, o pocos, depende de cómo lo miremos, pero que te hacen revivir momentos que es imposible traer al presente.
Y ya el lío de la comida hace que compartas un momento con tus seres queridos, la revolución y la fuerza de los más pequeños, los chistes y las bromitas de los iguales, la petición de pásame esto, pásame aquello, porque la mesa es demasiado grande, e incluso el que se termine tan pronto que al final contamos las horas para la llegada de las uvas. Mientras, se pueden contar las "peleas" por el mando de la televisión, porque es complicado poner a tanta gente de acuerdo.
Y llega el momento de pelar las uvas (en mi caso por lo menos aunque este año al final me haya salido con la mía y al final me las dieran peladas y en almibar) y esperar delante del televisor el momento mágico, el del cambio de año, del diez al once, en el que tantas ilusiones tenemos puestas (a ver cuántas se cumplen). Y ahora llega el lío mayor, darnos besos todos los presentes (algo harto difícil en un salón con tanta gente) y brindar con champán. Y ya después la espera para poder salir y disfrutar con tus amigos, los que forman tu otra familia.
Antes hubo copita en casa de un amigo, como siempre o casi siempre, cumpliendo con la tradición. Es evidente que antes y después de la hora mágica recibes mensajitos que te desean lo mejor para 2011. Sí, echas de menos que haya quien no se acuerde de ti y confías por lo menos en que no sea un preludio de lo que ocurrirá en el año nuevo. Pero en esencia, todos los que deseas y a los que les deseas buenos momentos y positivos resultados en 2011 está felicitados o lo estarán en pocas horas.
Y listo, a la calle, a brindar por el nuevo año, a entrar con buen pie (lo de buen pie es un decir porque acabas con ellos destrozados) y a echar la comida para abajo con mucho ritmo. Sea donde sea, porque al final es muy verdadero eso de que no importa el lugar si no la compañía. Y la de mi entrada en 2011 fue estupenda, la que quería, la que necesitaba para que este año empezara bien, genial.
Y acabas andando con poco estilo (por el dolor de pies) y a horas tempranas, deseando pillar tu cama y dormir hasta no poder más.
Y ya es 1 de enero...ahora confío en que todo lo que le he pedido a 2011 y las fuerzas y ganas que he puesto en él se note, se realice, se transforme efectivamente en buenas cosas para los mios y para mí.
Pd: Ahora espero que haya muchas entradas más que escribir de este blog y que los que estuvieron anoche y otros, o tú mismo que me lees...también seas un pedacito de ellas...

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