Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



lunes, 28 de mayo de 2012

"Saber elegir lo que debe olvidarse"

Hoy me han dado un sobrecito de azúcar, no hace falta que diga quién, pues quien lo ha hecho lo sabe. Y su mensaje, como ocurre con muchos de estos sobres es "La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse" (Roger Martín de Gard). Evidentemente no me lo ha dado por azar, sino porque alguna de las últimas conversaciones han ido por esos derroteros.
Y es cierto que efectivamente, aunque sea de manera inconsciente, dejamos que lo malo, muchas veces, acabe diluyéndose, acabe formando parte de aquello que se va con la corriente del río, con el chaparrón de lluvia de un día caluroso...Pero hay otras cosas que se agarran a tu memoria, de manera caprichosa, y es difícil actuar para que acaben marchándose de tu cabeza. Por eso supongo que tendré que hacer un formateo, lejos de un reseteo, que fue lo primero que se me ocurrió decir que tendría que hacer. Igualmente quien me dio el sobre de azúcar sabe de qué hablo, que no tengo mucho arte yo con la informática, y lo que necesito realmente es formatear, eliminar aquella información que me sobra, sí, como si fuera un ordenador. Aunque siento que soy un ordenador viejo y lento o saturado al que le cuesta procesar, y mucho, algunas vivencias, algunas palabras, algunos momentos o siquiera los que no existieron. Incluso con esa persona a la que he mentado he tenido que olvidar algunos aspectos, algunos episodios, porque si no es complicado seguir. Aunque tu orgullo te pida que no olvides...Supongo que el tiempo nos pone a cada uno en nuestro sitio, y no hace falta que, por rencor, o simplemente por demostrar que no nos olvidamos de lo malo que nos hacenm sigamos recordando, sino que ya todo encajará como las piezas de un puzzle.
Pero es necesario mandar al olvido, esa palabra que dice tanto y que tanto daño hace depende del contexto en que se utilice y con quien, muchas cosas. Porque si no al final de tus días ese procesador que es tu mente ya no podrá discernir lo que ocurrió hace dos días o veinte años.
Apuesto por quedarme con lo bueno, con lo positivo que me aporta tanta gente, pero es cierto eso que dicen, y es que lo que se clava en tu piel como si fuera un hierro que la prende, como si fueras un animal que acaba de ser marcada, no se va tan fácilmente. No corre como la tinta cuando el papel se mancha de agua. No se desliza como cuando te manejas por una pista de hielo. No te abandona como una prenda cuando la dejas caer. No, no es tan fácil. Para ello hay que tener voluntad, mucha, la que yo no siempre tengo, coraje y fuerza, esas dos cualidades que, cuando hablamos de sentimientos, me hacen tan cobarde. Porque no sé o no quiero desprenderme de lo que no acaba, lo que tiene un final desdibujado, de algo que no se ha terminado o ni siquiera empezó, por lo menos por una parte, de lo que no se ha hablado suficiente, de lo que las ganas ha dejado a medias...
Pero con todo, seguiré ese consejo, e intentaré quedarme con lo que me aporta, y no con lo que me resta energía, porque sino viviré siempre en baja forma, agotada de luchar, de ir contra corriente, aunque he de decir, como saben aquellos que me conocen, que no será tarea fácil, por eso antes de ello pediré ayuda...pediré que haya una mano, o dos o tres que, cuando vean que no me sostengo, vengan a por mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!