Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



viernes, 1 de junio de 2012

Pasa el tren

Ayer, hablando con una de mis primas, me vino una de esas reflexiones que, estupidamente, de vez en cuando asaltan a mi mente. Claro que me dio por pensar que me da la sensación de que me he sentado en la estación a ver pasar el tren, pensando que detrás de ese viene otro, mejor, el que será el mío. Y claro, también ahora me da por pensar si estoy esperando inutilmente, si siempre tengo la esperanza de que llega otro mejor, en el que me voy a sentir más cómoda, pero en realidad ya ha pasado ese tren. Quizás estoy dejando pasar mi oportunidad, y ya no hay marcha atrás. Pero por otro lado me da por pensar que también quizás habría alguna señal o el destino, en el que confío para algunas cosas, que tendría que materializarse.
Me siento estúpida viendo pasar trenes por el andén, dejándolos pasar, cuando además me siento así con la edad, porque antes me dio igual, hace años y durante muchos, viajar en uno de esos trenes modestos, de esos que no son gran cosa pero que en el fondo son los más cómodos para el viaje que emprendes. ¿Tengo miedo quizás a equivocarme y que el destino de ese tren no sea el mio? ¿Soy más bien cauta, después de todo lo que me ha pasado, me ha ocurrido, o he vivido, y así temo no tomar el tren correcto?
A saber, lo único que se és es que hay veces que sé que estoy muy segura de seguir esperando a que me convenza el tren que pasa ante mis narices, pero otras en cambio anhelo demasiado a ese lujoso tren que pasa sin siquiera fijarse en que estoy esperando en este banco y que deja una huella en mi que es difícil de borrar. Y en otras ocasiones creo que, mirando atrás, me debí arriesgar en aquella ocasión, o en aquella otra en que había algo que me convencía pero no terminó de cuajar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!