Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



domingo, 8 de junio de 2014

Un mensaje...

Aquella mañana despertó con una agradable sensación. Miró su móvil y ahí estaba, un mensaje. Su mensaje. Sabía que la adoraba, a pesar de que ella fingiera no ser consciente para que él siguiera diciéndoselo una y otra vez...
"Buenas noches princesa", rezaba el mensaje. No hacía falta más. Ella se sabía querida, estaba viviendo una historia con la que había soñado siempre y aunque hacía poco que lo conocía, no tenía duda, era la persona que había estado esperando. 

Por supuesto, le tocaba darle los buenos días. Raro que no se haya adelantado, pensó ella. Y es que, todos los días y a todas horas era agasajada con un montón de detalles que pocas veces había sentido. Detalles muy insignificantes que le hacían vivir en su particular pompa de jabón, como aquel cuento que su madre le leía de pequeña, en que la protagonista viajaba alrededor del mundo metida en una pompa de jabón.
Ella no se tenía por romanticona, pero él había hecho que sacara su lado más dulzón del cajón de los recuerdos. Contestó a su mensaje con una agradable sonrisa dibujada en su boca, y se marchó a la ducha para comenzar el día. El trabajo ahora se hacía mucho más llevadero. Aguantar a su jefe y las horas sin fín metida en una oficina eran un trago fácil. Porque cuando menos lo esperaba, había un mensaje en su móvil, o en alguna de las redes sociales que utilizaba, o incluso un correo a media mañana...
Pero ese día incluso hubo algo más. Un mensajero llegó bien temprano a la oficina y pronunció su nombre. Primero pensó que ella no era de flores, porque vio al muchacho con un ramo gigante, de rosas, en sus manos, pero después comprendió que era un gesto que lo honraba...
Cuando acabó el día se preguntó si eso sería así siempre, toda la vida, o se cansaría a los meses, y todo se volvería de color gris como le contaban sus amigas de sus matrimonios. Confiaba en que no, que sus detalles la agasajaran de por vida...

 

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