Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



lunes, 6 de julio de 2015

La fatal despedida

Aquella fue su despedida. Tras años de relación, descubrió que efectivamente aquela premonición de los días anteriores no eran tan algo baladí. Cuando llegó donde ella lo esperaba, se encontró una sorpresa, pero no la que esperaba.

Cuando le dijo que no le quería, que ya no era el hombre que la ilusionaba todas las mañanas, o aquel del que esperaba un mensaje agradadable cada mediodía, o el que la sorprendía con cada uno de sus planes, o con el que quería despertar acurrucada un día de frío, o con el que quería continuar pasando sus días, escondió la rosa amarilla que sabía que le gustaba en su espalda, sin enseñársela, y salió prácticamente corriendo de aquel lugar, lugar que no sería más uno de sus preferidos, como había ocurrido los años anteriores, los que había pasado a su lado. Hasta entonces. 
Aquella despedida, que no fue como las últimas, dulce, de esas que acababan con un beso en los labios, un beso tan deseado por ambos que no podían separarse, y que apenas se produjo, le rompió en dos, pero tras una ducha fría para despejar los pensamientos, comenzó a pensar en las últimas semanas y cómo había sido su relación, y como no quería sufrir, pensó que lo mejor sería olvidarse de ella, por mucho que doliera, por mucho que su mente lo imaginara constantemente con ella.
No quería sufrir y tampoco quería suplicarle amor. Entendió por fin, cuando el sol estaba a punto de despuntar y comenzaba un nuevo día, que no merecía la pena seguir sus pasos, por mucho que le doliera los primeros días, semanas o quizás meses. Y es que, repasar las últimas semanas de su relación con aquella chica que tan pronto la conquistó, le hicieron entender que quizás ella nunca lo había querido, por lo menos no los últimos años, y empezó a comprender el por qué de aquella sensación...Y aunque le diera pena, tenía que poner otro rumbo a su vida. Lejos de ella, lejos de aquella mujer que tan poco bien le hacía, que tan poco bien le había hecho...

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