Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



jueves, 19 de julio de 2012

La película no era como me la contaron

¿Qué hay que no curen un beso y mucha comprensión? Eso me pregunté mientras caía la noche y la respuesta es nada. Porque cuando ese alguien posa sus labios en los tuyos, haciendo que todo pasa, y acaricia tu pelo en señal de que todo tiene solución, efectivamente acaba curándose la herida.
Pero ya no hay quien te dé ese beso ni acaricie tu piel. Atrás dejaste lo que te dolía o hería a cambio de una sonrisa, la que provocabas sólo con tu recuerdo o con un mínimo gesto, por entonces involuntario.
Atrás quedó aquel interés repentino por quien era y finalmente no te equivocaste, idealizaron en ti a quien no eras, te pusieron otra piel, esa que no era la tuya y hasta otro nombre, porque no eras tú el objeto de esos deseos, sino otra, quizás muy distinta o quizás tan igual a ti.
Sólo eres una persona con miedos, con un pasado que dejar atrás, con una armadura contra las heridas de la incomprensión, y con mucho que dar en un camino que esperas forjar con alguien, alguien que nunca está.
Y mientras estuviste sopesando si dar o no, parece que al otro lado hubo algo, pero cuando decidiste dar algún que otro tímido paso, no sé ni hacia donde exactamente, todo lo que parecía que existía ante tus narices se esfumó, como un espejismo.
¿Y ahora qué? ¿Toca mirar hacia delante o hacia detrás? ¿Borrar las risas, todo lo vivido y aquello que querías seguir aprendiendo? Quizás sí, quizás no, no tengo la respuesta, porque siempre en estos casos todo depende de dos, dos cuerpos y dos almas. O a lo mejor nunca lo fue, porque siempre estuvo en sus manos, quizás fue esa otra parte que jugó a hacerse el interesado para hacerte pagar no sé qué, o bien todo se fue diluyendo por el camino aunque no fuera la intención o cuando yo vengo tú vas y es imposible encontrarnos a mitad del camino.
Aunque sigo pensando que, a mi manera, a mi ritmo, con mi difícil pero comprensible personalidad o carácter, intenté caminar a tu lado, aunque fueras perdiendo ese aliciente que tanto sacabas a paseo, y aunque pareciera imposible alcanzarte, porque ibas a otro ritmo, lo intenté. Pero sigo pensando que no es difícil comprender que ya no viera tu interés, porque no estaba, cuando en cambio el mío, con sus más y sus menos, fuera creciendo.
Esta noche pasada ha sido difícil que los pensamientos no acudieran a mí, no me asaltaran y hoy será otro de esos largos días, con sus 24 horas para pensar sin quizás llegar a tener nada claro, sin embargo en teoría todo parece muy aclarado ya, aunque sólo sea por la parte que te toca.
No creí que pudiera ser importante y al final parece que el tiempo me da la razón, aunque hubiera sido mejor que no hubiese hecho falta que el tiempo lo dijera, con no mentir, con no faltar a la verdad, hubiera sido suficiente, porque quisiste engordar esta historia que, a pesar de que en mi subconsciente quisiera oponerme, acabó por calarme como la lluvia en uno de esos días en que el cielo encapotado suelta toda su ira en forma de agua cogiéndote desprovista del paraguas que pudiera resguardarte.
¿Por qué iba a ser yo, habiendo miles repartidas por ahí? ¿Por qué fijar tu mirada en estos ojos verdes que parece que ni merecen ser felices por una vez? Mi cautela no sirvió, acabé por creer que todo lo que me contaste o dijiste que sentías iba dirigido a mí, aunuqe sólo fui la excusa para pasar de largo, porque tu objetivo quizás no era yo...
Pero insisto, un beso y mucha comprensión curan todo lo que te propongas y más...

PD: ahora ya sé la respuesta a todo incógnita. La noche me ha ayudado a dilucidarlo. La película no era como me la contaron (y aunque nada tenga que ver, me ha gustado más como titular de mi entrada que la que tenía pensada). Ya no hay lugar a recibir las buenas noches ni a dar los buenos días, aunque esta mañana estuviera tentada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!