Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



viernes, 29 de marzo de 2013

Tu dolor...

Es inevitable que tu dolor sea el mío, porque también es inevitable que recuerde que yo he pasado por tu situación hace sólo unos meses.
Es inevitable que los recuerdos caigan sobre mi cabeza de manera apresurada, que parece que fuera ayer que todo pasara, y ya hace seis meses, por desgracia. 
No quiero ni, seguro, podría darte muchos consejos. Yo en su momento tampoco los busqué,  y aunque recibí algunos, al final hice lo que me pidió el cuerpo, pero sé que te saldrá rodearte de los tuyos, hacer piña y pasar los malos momentos arropada por ellos, que son los que sufren contigo, los que saben mejor que nadie lo que te pasa o lo que pasa por tu mente y no cuestionarán nunca las lágrimas que asomen a tus ojos. 
No puedo darte consejos y en un momento delicado como el tuyo no valen las imposiciones. Es necesario que seas espontánea y que no te rijas por lo que quiera nadie, porque nadie, por similares situaciones que haya pasado a la tuya, sabe realmente como te sientes.
Y sé que, por mucho que quieras expresar lo que pasa por tu mente, nunca alcanzarás a encontrar todas las palabras exactas, todas las palabras que puedan significar el desgarro que te queda, el vacío que llevas contigo.
No puedo darte consejos y no quería, pero al hilo de estas palabras sí te voy a pedir una cosa. En cada momento que tu cuerpo te lo pida, llora, grita, entra en cólera o salta de rabia, busca el hombro adecuado para tu llanto. Porque no vale esconderse para demostrar que una es fuerte; al contrario, eres humana y todo te recordará a quien no está, es inevitable. Por eso es mejor llorar y no dejar la pena dentro; encerrarte sin querer saber nada del mundo si es así como te sientes; pasar como ermitaña si no te sientes agusto en la calle...Porque lo sé por experiencia. 
Y ninguna situación es igual a otra, pero nadie puede imponer cómo llevar tu sufrimiento, así que céntrate en lo que piensas por dentro, en lo que te duele a ti y la manera que te pide tu cuerpo de escupirla, y tómate  tu tiempo, porque no hay una receta mágica para que la pena desaparezca. Cuando menos lo esperes la nostalgia se convertirá en bonitos recuerdos que te hacen reir o llorar, pero que se quedan contigo y se asientan. 
Busca el sitio que te reconforte, el mío fue, es y será la playa, ese lugar que a mí me gusta y a ella le encantaba. Busca ese lugar que os una y nunca dejes que el tiempo pase en vano.




2 comentarios:

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!