A veces me encantaría que la vida pudiera ser como en las películas, donde las oportunidades acaban en final feliz y que los entuertos se resuelven, casi siempre con final feliz.
Donde, por difícil y largo que sea el camino, el final es dulce y positivo, saludable y para enmarcar.
Donde ella es la chica dura y el también; donde ella parece que sabe lo que quiere y él, aunque sea por reconducir su vida, la elige a ella y a pesar de las vicisitudes, se queda con ella; donde quedar, conocerse y gustarse parece complicado pero al final puede ser, se alinean los astros porque la ciudad de repente se hace muy pequeña y vayan donde vayan, acaban encontrándose; donde las circunstancias no son las idóneas pero acaban a siendo aparcadas; donde la vida de uno y otro no es perfecta pero consigue unirlos; donde la confianza se trabaja, se pierde por errores de unos y otros pero se recupera con ganas y esfuerzo...donde al final el amor, en todo su máximo exponente, acaba triunfando (de una madre a un hijo, de un hijo a su madre, de un amigo a otro o de una chica a un chico).
Película Tengo ganas de ti |
A veces me encantaría ser la protagonista de alguna de esas películas, que recibe un mural en plena calle con un mensaje personal; que cuelga un candado en un puente y tira la llave, siendo reconocido como un gesto bonito y no como un motivo para salir huyendo; que escucha ese mensaje que la hace sonreír..."Tengo ganas de ti"...
A veces me gustaría ser la protagonista de una de esas historias hecha realidad.
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