Mi mejor definición, por vosotros: Diferente, buena profesional, atenta, reservada, curiosa, habladora, cordero con piel de lobo, observadora, detallista, inteligente, amiga de sus amigos, perseverante, de impresión fría y distante, generosa, audaz, terca, temperamental, tierna y entrañable bajo una capa distante y fría, divertida, cabezona, quejica, especial, cariñosa, sensata, directa, sincera, con gran corazón, de apariencia seria, humilde, comprensiva, persistente, sabe escuchar, empática, paciente, cariñosa por momentos, fuerte por fuera y débil por dentro, buena consejera, responsable, agradable, sensible, con gracejo especial, consecuente, inquieta, alegre, expresiva, alguien que sabe escucharte, emotiva, entregada, cabal, culta, con la que siempre se puede contar.



miércoles, 8 de septiembre de 2010

Un tesoro o un millón...

Dice que quien tiene un amigo tiene un tesoro y casualmente estos días me doy cuenta de que cierto es ese dicho popular. Que aquellos que han acudido a mi llamada de atención de estos días han respondido prestos, raudos y veloces por ayudarme.
Y aunque no suelen contarse con los dedos de muchas manos, yo tengo varios tesoros, que acuñé bien de pequeñita, bien por vivir donde lo hago, por estudiar en Sevilla o en definitiva por ser quien soy y lo que he forjado al ir creciendo. Los hay de muchos años ya o de pocos, algunos no imaginaste que pasaran a ese estadio de tu vida porque sólo fueron compañeros o amigos de amigos o hechos este mismo verano y lo más bonito es que alguien te aprecie y lo sepas percibir, que alguien te diga que leyendo se acuerda de ti, o te anima a escribir porque le gusta como lo haces, o que te dé consejos de como continuar con la cabeza alta y sin mirar atrás, dando portazo a las adversidades. Y sobre todo, cuando alguien se esfuerza por ti aún conociéndote poco o porque hace mucho que no te ve. Los amigos no son los que se ven todos los días, los que hablan constantemente o se cuentan todas y cada una de las cosas que les pasa, los amigos son aquellos que, por muy lejos que estén, tienen esa palabra de aliento para ti cuando la necesitas, te prestan el hombro para que llores, o el pañuelo para que te seques las lágrimas de tanto reir, o te cuentan un chiste, te animan a hacer lo que tanto miedo te da o te agradecen que estés ahí o que tengas un pequeño detalle con ellos.

Y eso es tener un amigo en definitiva. Efectivamente, hay quien por el camino de la vida te puede llegar a depepcionar, como bien dice una personilla por ahí, pero hay que ser valiente y tomar determinaciones, porque al final la vida y por que no, las amistades, son determinaciones u opciones que se toman un día sí y otro también. Somos nosotros los que decidimos si queremos a alguien o no como amigo, y por ello tenemos que hacerlo saber en cada momento, y como no sabemos dónde estaremos mañana, aunque sea con pequeños e imperceptibles muestras, hacérselo saber a esa persona que, estando lejos o cerca, nos importa y queremos contar como amigos con los dedos de una o las dos manos.

Gracias por estar ahí, ¡esto es una oda a la amistad y a la felicidad!

4 comentarios:

  1. Cuando era pequeña me dijeron: "los amigos no te eligen, tú los eliges a ellos" y a día de hoy creo que es una verdad enorme. No dejes que te elijan, elige tu el tesoro que quieres a tu lado.

    ResponderEliminar
  2. Pues a ver si sigo tu consejo, que fijo que no me vendría nada mal...

    ResponderEliminar
  3. a personas como tú, Brenda, da gusto conocerlas, porque eres tan atenta, que cualquier frase, mirada o gesto es recogido y eres capaz de apreciarlo, y eso sí que es un tesoro...

    ResponderEliminar

¡Muchas gracias por acercarte a mi rincón!